Descubre 5 acciones climáticas que todos podemos tomar para un mundo con Hambre Cero
Con los cambios extremos de temperatura, el impacto del cambio climático en nuestro planeta y en nuestras vidas no puede pasar inadvertido. El hambre en el mundo está en aumento y las causas principales son: la variabilidad del clima y los extremos. Las condiciones imprevisibles y duras hacen que sea más difícil producir los alimentos que necesitamos para una población en crecimiento, ¡pero aún estamos a tiempo de actuar! Necesitamos enfrentar el cambio climático para que todos, en cualquier lugar, puedan tener acceso a suficientes alimentos nutritivos y seguros. Aquí es donde cada individuo tiene el poder de hacer una diferencia.
Aquí hay cinco acciones climáticas que puedes tomar para contribuir a terminar con el hambre en un clima cambiante:
1. Adoptar una dieta más sostenible y diversa. Una vez a la semana, intenta comer una comida vegetariana (incluyendo legumbres como lentejas, frijoles, guisantes y garbanzos) en lugar de una carne. Se utilizan más recursos naturales para producir carne, especialmente agua. También se talan y queman millones de acres de selva tropical para convertir la tierra en pastizales para el ganado. Al diversificar tu dieta, puedes descubrir granos “antiguos” como la quinua. Por ejemplo, hay más de 200 variedades de quinua, todas adecuadas para diversos climas.
2. Reduce tus desperdicios de comida. Cada año estamos desperdiciando un tercio de todos los alimentos que producimos. Esto significa que también estamos desperdiciando los recursos (como agua, mano de obra, transporte) que se destinaron a producirlo. Cuando compres, compra solo lo que necesitas haciendo una lista de compras y creando planes de comidas para evitar esas compras impulsivas. No se puede dejar de decir que también debemos cuidarnos de amar nuestras sobras. Se podrían tirar fácilmente en el contenedor, pero ¿por qué no congelarlas para más tarde o usarlas como ingrediente en otra comida? Además, entiende el etiquetado de tus alimentos, ya que hay una gran diferencia entre las fechas de “mejor antes” y “fecha de caducidad”. Por último, muestra un poco de amor a las frutas y verduras “feas” que podrían malgastarse porque no son perfectas en el exterior. ¡No te dejes engañar, saben muy bien!
3. Usa menos agua. El agua es el ingrediente básico de la vida y no podemos producir nuestros alimentos sin ella. Si bien es importante que los agricultores aprendan a usar menos agua para cultivar alimentos, también puedes conservar el agua reduciendo el desperdicio de alimentos. Cuando tiras tu comida, estás desperdiciando los recursos de agua que se destinaron a producirla. Por ejemplo, se necesitan 50 litros de agua para producir una naranja. También puedes gastar menos agua tomando una ducha en lugar de un baño y apagando el agua mientras te cepillas los dientes.
4. Mantener nuestros suelos y agua limpios. Algunos desechos domésticos son potencialmente peligrosos y nunca se deben tirar a la basura. Los artículos como baterías, pinturas, teléfonos móviles, medicamentos, químicos, fertilizantes, cartuchos de tinta, etc., pueden filtrarse en nuestros suelos y en el suministro de agua, dañando los recursos naturales que producen nuestros alimentos. ¡Y no te olvides del plástico! Se estima que un tercio de todo el plástico producido globalmente termina en nuestros suelos. Reduce el uso de plástico para mantener nuestros suelos limpios.
5. Apoya a tus productores locales. Nuestros agricultores son los más afectados por el cambio climático y necesitan nuestro apoyo más que nunca. Al comprar productos locales, apoyas a los agricultores familiares y pequeñas empresas en tu comunidad. También ayudas a combatir la contaminación, al reducir las distancias de entrega para camiones y otros vehículos.
La seguridad alimentaria y el cambio climático están interconectados. Las decisiones que tomamos hoy son vitales para un futuro seguro de los alimentos. Los recursos que utilizamos para producir nuestros alimentos se están volviendo más preciosos que nunca en este clima cambiante. Todos podemos tomar medidas climáticas respetando los alimentos que cada vez es más difícil producir.
