Análisis

Tres alimentos conservados por la ONU

El programa de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial de la FAO busca proteger la producción tradicional de alimentos

Veamos a continuación tres alimentos con historias fascinantes que el programa de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), SIPAM, está ayudando a conservar:

Arroz

El arroz es un cultivo muy importante para muchos países del mundo. Es el principal alimento básico para más de la mitad de la población mundial, ya que Asia es la mayor región productora y consumidora de arroz. Sin embargo, en los últimos años, el arroz también se ha convertido en un alimento básico importante por toda África. Tiene sentido entonces que algo tan importante en las dietas y las vidas de la gente tenga una rica tradición histórica y cultural.

Tan solo en China, la FAO ha reconocido cinco sitios que producen arroz como sistemas importantes del patrimonio agrícola. Uno son los arrozales en terraza de los Hani. La etnia Hani vive y trabaja la tierra en la provincia de Yunnan desde hace más de mil 300 años.

Han construido asombrosas terrazas que cubren 70 mil hectáreas en laderas escarpadas y lo han hecho sin embalses de agua. El pueblo Hani utiliza y administra los recursos hídricos locales de una manera innovadora y eficiente. Las terrazas no son solo una tradición agrícola, sino que son una forma sostenible e innovadora de cultivar paisajes complejos.

Existen arrozales en terrazas en muchos países del mundo y en otros dos países también se han reconocido como sistemas del patrimonio agrícola: las terrazas de arroz irrigadas de Gudeuljang en Cheongsando, en la República de Corea, y las terrazas de arroz de Ifugao, en Filipinas.

El té es la segunda bebida más popular en el mundo después del agua. Es además una de las más antiguas, ya que se consumió por primera vez hace unos cinco mil años. Requiere condiciones muy específicas para crecer: un clima cálido y húmedo, una cantidad específica de lluvia anual, suelos ácidos, un cierto grado de pendiente y una altitud de no más de dos mil metros. Esto significa que el té solo puede cultivarse en un número limitado de lugares en el mundo. Y también que es muy sensible a los cambios del clima.

Hay tres sistemas de producción de té que la FAO ha designado como sistemas importantes del patrimonio agrícola: el agrosistema tradicional de té Pu’er en China, el agrosistema de té Hadong en Hwagae-myeon en Corea y el sistema integrado de té y pastizales en Shizuoka en Japón. Este último ofrece un ejemplo fascinante de cómo mantener la biodiversidad y preservar los ecosistemas puede realmente ayudar a mejorar la agricultura.

Dátiles

Pocos cultivos están tan interconectados con la historia humana como la palmera datilera. De hecho, esta palmera hizo posible que los seres humanos sobrevivieran al cruzar vastos desiertos o vivir en lugares áridos y remotos. Los dátiles son una fuente de energía concentrada, que puede almacenarse fácilmente y transportar en largos viajes a través de los desiertos. Las palmeras datileras crean además refugios para las especies silvestres y un hábitat más acogedor para las personas, al aportar sombra frente al sol abrasador del desierto y protección frente al viento. Aunque el transporte moderno y el comercio internacional significan que hoy, incluso en las áreas más remotas hay en general acceso a otros tipos de alimentos, los dátiles siguen siendo una parte importante de las dietas y las culturas de gran parte de la región del Cercano Oriente y África del Norte.

Los palmerales de Al Ain y Liwa, sitios importantes de patrimonio agrícola en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), son áreas importantes para los recursos genéticos de la palma datilera y para los antiguos sistemas de riego “aflaj” que permitieron cultivar en condiciones ambientales difíciles. El antiguo sistema aflaj consistía en canales hechos por el hombre —en superficie y bajo tierra—, que se utilizaban para recoger agua subterránea, agua de manantial y agua superficial y transportarla, por gravedad, a una zona determinada. Su fuente es un pozo de mayor tamaño, que alimenta el canal principal por gravedad. Sin embargo, ahora los sistemas aflaj de Al Ain se complementan en gran medida con agua subterránea bombeada.

Existen alrededor de 200 variedades de palmeras datileras en los Emiratos Árabes Unidos, y se trata del séptimo mayor productor de dátiles en el mundo, con el 6 por ciento de la producción mundial. Al Ain y Liwa ocupan un lugar central en la producción datilera del país.

La FAO reconoce estos y otros oasis, porque han ayudado a conformar los paisajes de las regiones desérticas, permitiendo los primeros asentamientos de comunidades. La palmera datilera, tanto de forma histórica como en la actualidad, juega un papel importante en los medios de vida y las culturas de estos países. Otros oasis genuinos han sido reconocidos como sistemas de importancia agrícola mundial: el sistema de oasis en las montañas del Atlas en Marruecos, el sistema de oasis Ghout en Argelia, el oasis Gafsa en Túnez, así como el sistema de producción datilera del oasis Siwa en Egipto.

Al preservar prácticas y culturas tradicionales, estamos también salvaguardando la biodiversidad y reconociendo algunos sitios asombrosos que se han mantenido a pesar de las condiciones adversas, el cambio climático y la modernización. El programa premia tradiciones, culturas y diversidad ecológica, al tiempo que apoya un desarrollo social y económico que conduce a medios de vida estables y decentes.

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