Biotecnología

Científicos rusos “reviven” planta con treinta mil años de antigüedad

Este experimento excepcional brinda la posibilidad de renacer plantas del periodo glacial

Moscú.─ Biólogos rusos “despertaron” una planta, cuyas semillas permanecieron en condiciones de congelación perpetua 30 mil años. Los especialistas del Instituto de Problemas físico-químicos y biológicos de Moscú consiguieron cultivar varios arbustos de flora fósil. Este experimento excepcional brinda la posibilidad de renacer plantas del periodo glacial.

Las antiguas semillas de plantas quedaron sepultadas bajo una capa de 30 metros de suelo de congelación perpetua en una zona del río siberiano Kolymá. Esa región es bien conocida por sus yacimientos de fósiles animales y vegetales. Los biólogos rusos encontraron nidos de roedores, que miles de años acumularon tallos de las plantas y reservas para el invierno.

A este excepcional banco se refirió el experto del Instituto de Problemas físico-químicos y biológicos de la agrología, el doctor en ciencias biológicas Stanislav Gubin:

“Estas madrigueras se encuentran a 30 metros de profundidad. Tienen un tamaño aproximado al de una cancha de futbol. En tales cámaras los súslik (animales parecidos a las ardillas) juntaban semillas. En su interior se conserva aún lana de bisontes y toros almizclados que vivían en aquellos tiempos.

“Es una cámara protegida contra el frío, en la que el súslik invernaba y acopiaba reservas. Allí se encontraron entre 600 y 800 mil semillas. Son granitos muy menudos, como los de las amapolas, a veces algo más grandes, como la semilla de trigo.”

Lamentablemente, no todas las semillas sirvieron para el experimento. Se optó por la colleja de hojas estrechas, que resultó ser la más resistente al frío. Este arbusto perenne hasta ahora crece en Yakutia y es muy resistente a las heladas. La experta del Instituto de Biofísica de la Academia de Ciencias de Rusia explica cómo se consiguió hacer renacer plantas que permanecieron miles de años sin agua y luz:

“Las semillas de la planta que no llegó a madurar completamente conversan los funículos, con los que se adhieren al tejido nutritivo del fruto o placenta. Al ver que estos funículos parecen ser viables y en ellos se inicia la primera fase de crecimiento del tejido, empezamos a trabajar con ellos.”

Los biólogos introdujeron los fragmentos más viables de las semillas de la colleja en un medio nutritivo. Cierto tiempo después apareció un vástago. Fue expuesto a la luz y dos días después se puso verde. Luego fue trasplantado a tierra, se aclimató y hasta floreció.

Los científicos destacan que por su aspecto exterior la colleja no se diferencia en lo más mínimo de la de nuestros días. La única excepción es la inflorescencia: los pétalos de los “vástagos” son más anchos y “divididos”. Es un verdadero milagro aspirar un aroma que tiene 30 mil años, dicen los participantes del experimento.

Las conclusiones de los científicos, recientemente publicadas en la revista Proceedings of the National Academy or Sciences, tuvieron gran repercusión en la comunidad científica mundial. Los resultados obtenidos de por sí son extraordinarios y también abren grandes posibilidades para la elaboración de los métodos de conservación de plantas raras en condiciones de frío.

Ahora se ha probado que sus células pueden existir decenas de miles de años bajo temperaturas negativas. Además, se aclaró que el paisaje ártico poco ha cambiado durante este tiempo: en la zona de congelación perpetua se encuentran las mismas especies vegetales que en la época de los mamuts.

Fuente: Agencias

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin