Una nueva técnica británica llamada ExoSex Bait Station trata de sustituir eficazmente a los insecticidas químicos o a las feromonas, productos que pueden evitar el apareamiento y cría de las moscas dañinas para los cultivos.
Desarrollada en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Southampton en Inglaterra, esta técnica se utiliza para terminar con los insectos que atacan las cosechas y con las plagas. No efecta al ambiente, ni es tóxica para las personas y tampoco crea resistencia en los insectos atacados.
Este método de control utiliza un aparato cargado con polvo electrostático con el que se recubre a los insectos de feromonas, las cuales son depositadas específicamente en cada uno de éstos según sus características.
La trampa consiste en una placa con huecos que se llenan con feromona femenina. El macho de la especie es atraído por ese aroma y al ingresar a la caja se impregna de partículas que van acabando con él gradualmente. Está hecha de cartón laminado o plástico, por lo que resulta un sistema barato, sencillo de construir, de montar y que se puede utilizar en todo tipo de insectos.
