La investigación de productos transgénicos está llegando a la mesa de los consumidores, los expertos trabajan en productos como jitomate, frutas rojas y amarillas, en los cuales se busca aumentar su producción, resaltar sus cualidades y beneficiar directamente al consumidor para mejorar su salud, afirmaron expertos.
Keith Lindsey, investigador de Ciencias Biomédicas, reconoció que el consumidor final puede tener resistencia a los organismos genéticamente modificados porque no conoce los beneficios directos, ya que sólo se han enfocado al productor o la industria, sin embargo, existen resultados de sus beneficios para la salud.
«El consumidor pierde interés cuando se le dice que los cultivos están hechos para resistir insecticidas y sería diferente que dijeran que determinado producto reduce el cáncer y ahí obviamente lo comprarían y se involucrarían», dijo Lindsey.
El experto añadió que las investigaciones a escala mundial pasaron de beneficiar al productor o al sector agrícola y pecuario en general, al consumidor directamente.
Ejemplificó el investigador que el jitomate contiene ácido fólico y éste es benéfico para las mujeres embarazadas, ya que previene defectos y enfermedades en los recién nacidos; con las modificaciones genéticas al jitomate se aumentará el contenido de ácido fólico.
Otros productos son las frutas amarillas y rojas que contienen antioxidantes, al aumentar sus beneficios ayudarán a retrasar el envejecimiento, dijo el investigador.
«El uso de transgénicos es productivo y da beneficios rurales. En Europa y México consideran que no hay beneficios reales al consumidor, porque los beneficios van para el consumo animal o cultivos», dijo.
Agregó que el brócoli y la coliflor también están siendo investigados porque tienen beneficios directos para reducir el riesgo de cáncer y hay análisis específicos para ver qué gen o sustancia está relacionada con la prevención de cáncer.
«Esto se podría insertar a cualquier otra planta. Otro ejemplo es el arroz dorado donde la vitamina A está fortalecida, la idea es descubrir en los productos los genes que puedan ayudar y se inserten en otros productos de consumo masivo», dijo.
Aunque resaltó la importancia de las investigaciones biotecnológicas, tanto para el desarrollo agropecuario de las naciones como para el beneficio de los consumidores, reconoció que las sociedades aún toman este tema con cautela pues desconocen los beneficios que se obtienen con el intercambio o la manipulación de genes.
Fuente: Reforma
