Cultivos biotecnológicos son parte de la solución al hambre en el mundo
La biotecnología agraria contribuye a aumentar las cosechas del mundo desarrollado y en vías de desarrollo, permite desarrollar cultivos que resistan mejor las plagas y que sean más resistentes a las condiciones climatológicas específicas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que antes de 2050 la producción de alimentos tendrá que haber crecido más del 70 por ciento con muy pocos incrementos de superficie de cultivo. Es decir, se deberán aumentar los rendimientos de las cosechas con un modelo de producción ambientalmente sostenible. Al día de hoy la biotecnología puede conseguir ambos objetivos.
Los datos de cultivos de organismos genéticamente modificados (OMG) demuestran que es una tecnología clave para los países con menos recursos. De los 18 millones de agricultores de todo el mundo que cultivaron semillas biotecnológicas en 2014, el 90 por ciento fueron pequeños agricultores en países emergentes y en vías de desarrollo.
El 2014 ha sido el tercer año consecutivo en que la superficie cultivada en países emergentes supera a la de los países industrializados.
