Biotecnología

Cumplen transgénicos una década perdida

Amparo de ONG mantiene bloqueado el otorgamiento de nuevos permisos de cultivo experimental y piloto

cumplen-decadaMéxico.— Al cumplirse una década de la promulgación de la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM), que permitiría la experimentación y su posterior comercialización de productos transgénicos, se encuentran detenidos los 89 permisos que solicitaron grandes corporativos (Syngenta, Dupont Pioneer, Monsanto y DowAgroScience) para aplicar la biotecnología en productos como soya, algodón y maíz.

En entrevista, Alejandro Monteagudo, presidente ejecutivo y director general de AgroBio México (que agrupa a las empresas antes citadas), asegura que después de diez años no es posible estar en el mismo lugar, pese a que se cuenta con toda una regulación para la siembra de transgénicos, “que llevó tres años de discusión en el Poder Legislativo, propició la participación de la Academia Mexicana de las Ciencias, del sector industrial, organización civil y gobierno federal para llegar a un instrumento que, si bien no es perfecto, se puede calificar de riguroso, desde el punto de vista científico”.

Aunado a lo anterior, en 2008 se promulgó el Reglamento de la Ley de Bioseguridad; en 2009 se expidió otro instrumento jurídico: el Régimen de Protección Especial de Maíz y, después de más de 11 años de moratoria que se vivieron de 1997 a 2009, se expidieron los primeros permisos para la siembra experimental de maíz genéticamente modificado.

Sin embargo, desde 2013 se encuentran rezagados 89 permisos, situación que “lleva a México a estar en un contexto parecido a la moratoria, en donde prácticamente no se hizo investigación. En esta ocasión se debe a que hay, desde hace 18 meses, una restricción legal que impide a la Sagarpa y a la Semarnat resolver solicitudes para la siembra de maíz que serían utilizadas para cualquiera de las etapas que sigue este proceso: experimental, piloto y comercial”.

Lo anterior, a raíz de una demanda que en julio de 2013 interpuso un colectivo en defensa del maíz nacional, bajo el argumento de que hay riesgo de daño inminente al medio ambiente, que derivó en una “medida cautelar” girada por el Juzgado Federal XII de Distrito en Materia Civil, en el Distrito Federal.

Tras señalar que la ley “no es letra muerta en la industria”, Monteagudo sostuvo que hay una importante demanda de los productores nacionales por utilizar esta tecnología. “Y no sólo eso, incluso hay productores que están interesados en que se desarrolle biotecnología para la alfalfa transgénica, insumo forrajero.”

Pese a ello, los grandes corporativos que integran AgroBio mantienen su interés de inversión en México, no sólo para impulsar la biotecnología, pues también participan en negocios enfocados a la agricultura como desarrollo de semillas híbridas de diferentes granos (maíz, sorgo, soya, canola); el desarrollo de semillas vegetales, hortalizas y frutas; así como productos para la protección de cultivos.

Desde 1996 hasta 2013, los cultivos biotecnológicos en el mundo han dado a los productores 133 mil millones de dólares.

Fuente: El Economista

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