Biotecnología

Desarrolla IPN técnica para incrementar la productividad del maíz

MÉXICO.— Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollan una técnica de estimulación por láser para incrementar la productividad del maíz, como una alternativa para solucionar la actual crisis de este cereal.

En un comunicado, el instituto informó que este proyecto, encabezado por la investigadora Claudia Hernández Aguilar, ha demostrado ser exitoso, al aumentar el vigor de la semilla hasta en 50 por ciento.

El proceso consiste en aplicar radiaciones emitidas por diodos de láser a las semillas de presiembra, lo que a la larga propicia que se vigoricen de manera que las plántulas emergen de la tierra en menor tiempo, independientemente de las condiciones climáticas.

Hernández Aguilar subrayó que en el mundo existen diversas universidades y organizaciones que trabajan en la bioestimulación de semillas de maíz con rayos láser, pero reconoció que el IPN “es la institución pionera a nivel mundial” en esta materia.

Destacó que las semillas de maíz no pueden permanecer almacenadas durante periodos largos, ya que pierden vigor y esto repercute en el rendimiento de los cultivos; sin embargo, este proceso reactiva al grano e incluso aumenta su capacidad de crecimiento.

En ese sentido, recalcó que el vigor de las semillas de presiembra es fundamental para obtener cosechas más abundantes, pues entre más vigorosa sea la semilla existe mayor posibilidad de que se logre la planta, mientras que cuando el vigor es menor se corre el riesgo de que la plántula no brote o que tarde más tiempo en emerger.

Para hacer esta investigación contó con la asesoría de Alexander Mitchtchenko, investigador de la ESIME-Zacatenco, y del especialista en mejoramiento genético de semillas, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Aquiles Carballo Carballo.

Explicó que como parte de la última etapa del proyecto se pretende hacer llegar esta tecnología a las empresas productoras de semillas y a los trabajadores del campo, “a fin de que fortalezcan las semillas del cereal antes de la siembra”.

La especialista del IPN consideró que la aplicación de esta técnica, además de contribuir a cubrir la demanda de maíz para el consumo humano, podría ser factor importante en la producción del grano para la generación de etanol e impulsar la utilización de energías alternativas.

Fuente. La Jornada On Line

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