Biotecnología

Emplean hongos en el cuidado del frijol

Investigadores decidieron implementar una estrategia de control biológico a partir de aislamientos nativos del hongo Trichoderma como adyuvante contra la pudrición de la raíz del frijol causada por diversos patógenos

México.─ Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Durango es el tercer estado con mayor producción de frijol en México, y cuenta con cerca de 200 asociaciones dedicadas al cultivo de esta leguminosa.

Sin embargo, durante 2010, debido a las condiciones climáticas adversas como sequías y bajas temperaturas se vieron incrementados los niveles de hongos patógenos que atacaban a este cultivo, lo que ocasionó disminución en el rendimiento del cultivo y pérdidas para los productores.

Con base en esta problemática, el gobierno de ese estado y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) promovieron investigación para combatir a los hongos que estaban causando la pudrición de la raíz en el frijol.

En respuesta, un grupo de investigadores del Centro de Biotecnología Genómica (CBG) con sede en Tamaulipas, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), unidad Durango, decidieron implementar una estrategia de control biológico a partir de aislamientos nativos del hongo Trichoderma como adyuvante contra la pudrición de la raíz del frijol causada por diversos patógenos.

Trichoderma es un grupo de hongos microscópicos que comprenden aproximadamente más de 100 especies diferentes y se encuentran en cualquier tipo de suelo en todo el mundo. Estos organismos normalmente están asociados con plantas, sobre todo en la raíz y establecen una situación denominada simbiosis, en la cual el hongo hace disponibles los nutrientes y minerales que hay en el suelo a la planta y éste a su vez se alimenta de los exudados, algunos carbohidratos o componentes que la planta emite.

De acuerdo con el doctor Juan Manuel González Prieto, líder de la investigación, además de sus propiedades simbióticas, este tipo de micótico tiene la capacidad de parasitar a otros hongos; es decir, adherirse a patógenos de la planta y eliminarlos.

“Este género se enrolla a lo largo de las células del organismo nocivo y lleva a cabo una fuerza mecánica similar al estrangulamiento, posteriormente hace orificios en las células del patógeno, provocándole la muerte”, abundó.

Trichoderma vs patógenos

Los hongos que afectan al cultivo del frijol son diversos y se caracterizan por ocasionar manchas de color café oscuro o rojo en la raíz, incluso coloraciones marrones o negruzcas dependiendo de la especie fúngica que cause el problema. Adicionalmente existe destrucción de los tejidos de la raíz.

“Cuando examinamos las raíces de la planta de frijol nos dimos cuenta que presentaban los síntomas de la enfermedad y estaban secas, pues todos los conductos que tienen para suministrar los nutrientes se encontraban obstruidos. Esto evita que la planta se desarrolle de manera saludable”, refirió el especialista del CBG del IPN.

Al conocer el problema, el grupo de investigadores comenzó el muestreo de las diferentes zonas productoras de frijol en el estado de Durango para tomar plantas enfermas que presentaron la pudrición de la raíz y de esta manera poder aislar a los patógenos que ocasionaban la enfermedad. También tomaron muestras de suelo en esas parcelas para saber cuáles eran las especies de Trichoderma presentes y analizar sus características para ser usadas como agentes biocontroladores.

“Al identificar las especies de Trichoderma y de patógenos, los enfrentamos en el laboratorio mediante el cultivo in vitro y seleccionamos aquellas que pudieran ser probadas en invernadero”, explicó el especialista del CBG del IPN.

A decir de González Prieto, se identificaron varias especies de Trichoderma con potencial biocontrolador; sin embargo, destacaron dos que tenían una mayor actividad frente a los patógenos: la especie asperellum y virens.

En la siguiente etapa de la investigación se inocularon plantas de frijol de invernadero en presencia y ausencia de los patógenos con las variantes seleccionadas de Trichoderma, y se observó que crecían con mayor envergadura.

Asimismo, se comprobó que la inoculación no causó daño alguno a la planta, además de que los daños ocasionados por los patógenos se reducen considerablemente. Estas pruebas se replicaron con buenos resultados en pequeñas parcelas de las localidades de Francisco I. Madero y Durango capital.

En paralelo al control biológico en las plantas de frijol, la investigación da pie a que los investigadores participantes puedan trabajar en la obtención de un bioestimulante de crecimiento vegetal con base en el hongo Trichoderma.

Cabe mencionar que este proyecto obtuvo el premio AgroBIO México 2010 a la mejor tesis de licenciatura en el área de biotecnología, galardón otorgado a la ingeniera María Dolores Hernández Ramos, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Fuente: Agencia ID

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