Biotecnología

Enemigos naturales vs insectos devastadores de plantas

La lucha biológica contra devastadores de cultivos ha despertado el interés entre investigadores franceses, desde hace 15 años. La técnica más desarrollada es el empleo de tricogramas, predatores naturales de la piral, para proteger los campos de maíz. Los resultados han sido muy prometedores y también se aplican en producción de tomate y pepino en invernadero. Las investigaciones están en fase de desarrollo en arboricultura frutal.

El tricograma es un insecto muy temido por los productores de maíz; sin embargo, gracias a este diminuto himenóptero (de la familia de las avispas) en 2001 se lograron proteger 65,000 hectáreas de maíz en territorio francés.

Jean Voegelé, director de investigación de la estación del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) de Antibes en el sureste de Francia, logró seleccionar una cepa de tricograma eficaz contra las pirales. La técnica de producción de los insectos y de difusión del predador en las parcelas de maíz la desarrolló la compañía Biotop, filial de la Unión de Cooperativas Agrícolas (UCA).

La técnica

La técnica consiste simplemente en depositar en los campos de maíz cápsulas que contienen larvas de tricogramas que, llegado el momento, se transformarán en insectos y actuarán como parásitos destruyendo las larvas de pirales.

«Los tricogramas se depositan en una sola suelta en la parcela de maíz», indica Firouz Kabiri, director de Biotop.

La suelta consiste en depositar el mismo día en una parcela de maíz tricogramas en 3 fases diferentes de desarrollo: unas larvas que estarán listas entre 1 y 3 días después de la suelta, unas larvas que emergerán una semana más tarde y finalmente la última serie que será activa después de 2 a 3 semanas.

La suelta debe realizarse con las máximas precauciones, es decir, las cápsulas no deben tirarse en el suelo, sino depositarse en pequeños cucuruchos de papel fijados a mano en las plantas de maíz a razón de 300 cápsulas por hectárea. La fecha precisa de la suelta se determina en función del seguimiento del ciclo vital de las pirales y de las sumas de temperaturas. Para ello, las organizaciones encargadas del desarrollo siguen la emergencia de las mariposas a partir de cañas infestadas almacenadas en jaulas, así como las sumas de temperaturas acumuladas.

Una técnica que se desarrolla en invernadero

Este método no atañe solamente al maíz, Biotop comercializa también mariquitas para los productores en invernadero para luchar contra los pulgones. El Comité Técnico Interprofesional para Frutas y Verduras (CTIFL) y el Comité de Desarrollo del Cultivo de Hortalizas del departamento de Loire-Atlantique desarrollan técnicas similares en invernaderos sobre tomates y pepinos a partir de varios insectos auxiliares.

El objetivo es combinar lo más eficazmente posible los métodos biológicos y los tratamientos químicos. Un sobrecito de insectos auxiliares por pie de tomate protege un invernadero durante 6 u 8 semanas. Hoy día, los 4 principales devastadores del pepino pueden controlarse por medio de insectos o acáridos auxiliares.

Recurrir a acáridos predadores

En arboricultura frutal, la posibilidad de utilizar enemigos naturales para combatir un devastador bien identificado ha sido objeto de muchos experimentos.

La Asociación de Coordinación de Técnicas Agrícolas (ACTA), en particular, se ha interesado por la lucha contra los acáridos rojos mediante acáridos predadores desde hace casi 10 años, explica Franziska Zavagli de la estación de Lanxade en el suroeste de Francia.

Como antaño, la técnica no consiste ya en introducir el predador una o más veces al año en el momento en que los devastadores están a punto de atacar los cultivos, sino de colonizar un lugar con acáridos auxiliares que van a permitir mantener los acáridos nocivos en un nivel de población aceptable y no ocasionen daños económicos.

Para trasladar el predador, el CTIFL recurre a tiras de fieltro que instala en el tronco de los árboles a principios de temporada o a trozos de rama en verano. Desde 1993, el Amblyseius andersoni se ha introducido en unos 30 lugares diferentes en Francia, donde se desarrolla progresivamente, coloniza la huerta y acaba por asegurar un buen control de los acáridos rojos. No obstante, es importante que en los escenarios donde se ha introducido haya un programa fitosanitario que tenga en cuenta su sensibilidad a los productos fitosanitarios.

Evitar la resistencia de los insectos

«Los acáridos rojos desarrollan un fenómeno de resistencia a los productos fitosanitarios convencionales», explica Hélène Coupard, responsable del programa de protección de cultivos de la Estación de Experimentación Arborícola de Pugères en el sureste de Francia.

«Sería muy útil disponer de un medio de lucha natural para evitar este fenómeno de resistencia y nos hemos interesado por los acáridos predadores. Para ello nos acercamos al ACTA y al CTIFL e iniciamos nuestros primeros experimentos en 1999 con 3 especies de acáridos predadores, el Néoseiulus califomicus, el Typhlodromus pyri y el Amblyseius andersoni».

Los experimentos que se siguieron haciendo desde entonces fueron muy concluyentes, en particular con el Amblyseius andersoni. En 2001, el equipo de Pugères introdujo el acárido predador en 7 explotaciones arborícolas de la región y los experimentos van a ampliarse a 10 huertas en 2002.

«Para que la técnica se domine por completo, requiere todavía una fase de desarrollo para determinar, por ejemplo, el número óptimo de acáridos que hay que aportar», observa Hélène Coupard. Pero los primeros resultados son muy alentadores.

Recurso contra bacterias, virus o confusión sexual

Los preparados a base de microorganismos, como las bacterias o los virus, experimentan también un importante desarrollo en Francia en la protección de las producciones agrícolas contra los devastadores.

La bacteria Bacillus thuriengensis, por ejemplo, se emplea contra las quimatobias y las noctuas. Más recientemente se han puesto a punto nuevas cepas para luchar contra el carpocapso de las manzanas, las piraustas de la piel o la pirausta oriental del melocotón.

El virus de la granulosis se utiliza contra los carpocapsos del manzano y del peral.

Recurrir a mediadores químicos que perturban el ciclo vital del insecto es también una técnica prometedora. Los atractivos sexuales, por ejemplo, liberados en los árboles impiden que los machos encuentren las hembras y se reproduzcan. Esta técnica de confusión sexual se utiliza contra la pirausta oriental del melocotón y atañe a cerca de 1,500 hectáreas de este cultivo, después de sólo 2 campañas de comercialización. Está autorizada para los manzanos. Sucede lo mismo para la vid en la que se utiliza para luchar contra el gusano del racimo.

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