Los especialistas han comprobado la eficacia de bioinsecticidas obtenidos a partir de ajo, chile y cebolla
MÉXICO.— Investigadores de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), trabajan en un proyecto para producir bioplaguicidas a partir de extractos de plantas medicinales y de ornato.
La responsable del proyecto, Ofelia Grajales Muñiz, informó que su equipo, integrado por seis investigadores, ha comprobado la eficacia de bioinsecticidas obtenidos a partir de ajo, chile y cebolla.
Asimismo, la UNAM informó que los especialistas trabajan también en la obtención de sustancias útiles para combatir plagas a partir del té de limón, tejocote, eucalipto e higuerilla.
La intención es sustituir pesticidas tóxicos que afectan el medio ambiente, el subsuelo, la polinización, a especies animales y vegetales e incluso al ser humano, por sustancias naturales que combatan los insectos dañinos y la maleza.
El equipo encabezado por Grajales Muñiz e integrado por María Elena Quintana Sierra, Rocío Azcárraga Rosete, María del Carmen Barrón, Juan Carlos Rodríguez Huerta y Juan Garibay ha obtenido ya resultados favorables.
Por ejemplo, consiguieron desarrollar una sustancia que ha demostrado su eficacia en el control del caracol y a partir del té de limón se generó un herbicida natural que acaba con maleza que se había hecho resistente a herbicidas químicos.
También, los investigadores universitarios descubrieron que el ajo, la cebolla y el chile de diferentes especies han resultado eficaces contra el pulgón, la mosquita blanca y los hongos que atacan a los cultivos como trips, alternaria y la cenicilla.
Los especialistas pretenden generar alternativas para hacer más eficiente la producción de alimentos, ya que cada año se pierde hasta la tercera parte de los cultivos en el mundo por insectos y maleza.
Además, destacaron que ante la grave presión que sufre el medio ambiente, es urgente generar insecticidas y herbicidas que no dañen el entorno, ni produzcan efectos secundarios dañinos al ser humano y al ecosistema.
Fuente: Notimex
