Biotecnología

Langosta, plaga devastadora factible controlarla

Pérdidas anuales por aproximadamente 80 millones de dólares ocasiona la plaga de langosta en laderas, pastizales y en los cultivos de trigo, cebada, linaza, alfalfa, maíz, avena y centeno en Campeche, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

De acuerdo con informes proporcionados por la Dirección de Sanidad Vegetal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), se tienen registradas pérdidas desde 20 por ciento hasta la totalidad de algunos cultivos cuando son atacados por grandes colonias de este insecto.

Por ello desde 1949 se organizó la campaña contra la langosta a favor de productores de cultivos básicos de escasos recursos, la cual tiene como objetivo realizar las actividades de manejo integrado en forma permanente a fin de mantener al insecto bajo control y confinarlo en las áreas gregarígenas y lograr que no represente un peligro para las plantaciones.

La langosta voladora o chapulín ha sido la plaga más devastadora de los cultivos ubicados al sureste de México y en Centroamérica –específicamente Panamá y Belice–,

donde ocupa un lugar predominante entre las plagas agrícolas de esta área y se caracteriza por tener épocas de recesión, con resurgimiento de la misma por periodos consecutivos, cuando éstos se producen se presentan evoluciones progresivas hacia la fase gregaria.

Esta plaga es cosmopolita y posee características voraces en cuanto a su alimentación; una langosta con el intestino vacío puede consumir su peso total en el transcurso de un día y los principales cultivos de los cuales se alimenta son: maíz, trigo, alfalfa, caña de azúcar, plátano, ciruelo, fríjol, chile, henequén, aguacate, naranjo y limón.

Las especies de langosta más importantes se encuentran en la familia Acrididae (Orthoptera) la cual tiene la capacidad para cambiar sus hábitos y conducta cuando su población es numerosa, llegando a ser gregarios. Se les llama mangas cuando están formados de adultos y bandos cuando están constituidos de ninfas, llamados comúnmente saltones, éstas pueden migrar a grandes distancias y es lo que las distingue de un chapulín; cuando la densidad de población de langostas es baja se comportan como chapulines ordinarios.

Actividades de control de la plaga

Exploración muestreo de áreas específicas: consiste en revisar grandes extensiones en el menor tiempo posible para conocer la distribución y delimitar la zona infestada por el insecto.  El muestreo se lleva a cabo en zonas previamente exploradas e identificadas como áreas con presencia de la plaga, a fin de cuantificar la población, conocer su evolución hacia la fase gregaria, el desarrollo de su estado biológico y finalmente determinar su peligrosidad potencial para vigilarla o proceder a combatirla en caso de ser necesario. Control cultural, esta práctica se recomienda a los productores cuando los insectos se localicen en terrenos de cultivo, camellones u orillas de caminos y consiste en remover el suelo y mantener estrecha vigilancia que permita detectar cualquier emergencia de la plaga en forma oportuna.

Existen antecedentes de que los agentes de control biológico han funcionado de manera eficaz en contra de la plaga. En nuestro país se engloban dentro de esta rama para controlar a las mangas de langosta a los hongos entomopatógenos Beauveria bassiana, Metharhizium flavoviridae y Methahizium anisopliae.

Aunque existen otras opciones, es sin duda el control químico la herramienta más eficiente que se ha encontrado para combatir a la langosta. En el marco de la campaña se utilizan plaguicidas como paratión metílico al 3 por ciento, paratión metílico 720 y malatión 100E, los cuales han   mostrado su eficiencia pero presentan un problema por sus características toxicológicas, por lo que se promueve la   validación de productos más benévolos contra los seres vivos como son los productos hormonales.

En este sentido, las ferómonas –secreciones exocrinas que ocasionan una reacción específica– se utilizan para atraer a los insectos hacia trampas tóxicas; las mezclas complejas de ferómonas y exudados de los árboles que controlan el comportamiento de los escarabajos descortezadores han ofrecido oportunidades interesantes para el descubrimiento de nuevas técnicas de control de plagas.

Por otra parte, cabe destacar las actividades de divulgación y capacitación, las cuales están encaminadas a apoyar a técnicos, productores y público en general involucrados en la problemática causada por la langosta en cada entidad.

El año pasado, la Dirección General de Sanidad Vegetal protegió directamente un millón de hectáreas cultivadas en las 11 entidades en donde se desarrolla la campaña, principalmente en cultivos básicos, industriales, pastizales, frutales y hortalizas, mediante la vigilancia en áreas gregarígenas y de invasión, lo cual permitió detectar con oportunidad la formación de mangas y el control de éstas, evitando la pérdida en la producción de diversas especies vegetales.

Campaña contra la langosta en México

Por la capacidad de la langosta para reproducirse, así como la enorme cantidad de especies vegetales de las cuales puede alimentarse, las autoridades sanitarias organizaron la campaña contra la langosta en 1949.

Los organismos auxiliares de sanidad vegetal realizan actividades contra la langosta en Campeche, Chiapas, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Las estrategias seguidas tienen como propósito mantener una baja densidad de población de la plaga, para evitar la formación del estado volador y su invasión a los cultivos agrícolas y agostaderos, mediante acciones como exploración y muestreo, control cultural, biológico o químico y actividades de capacitación y divulgación que van encaminadas a la lucha oportuna en contra de este insecto y en busca de la preservación del ecosistema.

Amenaza contínua

a plaga de langosta es una amenaza continua para la alimentación desde hace miles de años. Una típica plaga consume en un día siete veces lo que comen todos los habitantes de Londres. Se encuentra en todo el continente africano y en el subcontinente indio, si lograra extenderse podrían cubrir 20 por ciento de la superficie del planeta. Sus hábitos de conducta pasan dos fases a lo largo de su vida: una solitaria y otra gregaria, en la primera rehúyen la compañía de otros animales de su especie, en tanto que en la segunda tienden a reunirse hasta formar una plaga.

Estudios en la Universidad de Oxford y el Museo de Historia Natural de Inglaterra han demostrado que el factor que convierte a estos animales solitarios en gregarios está en sus patas traseras.  Tratan de identificar cómo transmiten las madres el modelo de respuesta a posibles estímulos químicos a sus hijos, con lo cual tendrían una nueva línea de investigación para luchar contra esta plaga.

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