Las empresas dedicadas a la biotecnología se han convertido en verdaderos «gigantes» en el ámbito mundial y han logrado hacer negocio de una industria donde las grandes inversiones en investigación son torales para su crecimiento. Así, desarrollan productos para los sectores químico, farmacéutico y agropecuario, entre otros. Su presencia en las bolsas más importantes del mundo es relevante.
Ante la creciente demanda de alimentos de la población mundial, estas empresas están concentrando sus fuerzas en el área agrícola, donde sus aportaciones para mejorar la producción son indiscutibles, sin dejar de lado la polémica desatada por la comercialización de organismos modificados genéticamente u otros productos químicos.
En México existen 35 empresas dedicadas a la agrobiotecnología, que forman parte de la Red Mexicana de Biotecnología Agrícola (Remba). Se cuenta con 545 investigadores nacionales en biotecnología (SMBB), y 130 en biotecnología agrícola. Sin embargo, son 5 las firmas de tecnología agrícola que más destacan:
DuPont
Es la compañía número 1 del mundo. Sus ventas anuales ascienden a 28 billones de dólares. En México registra ventas por un billón de dólares. Cuenta con una amplia gama de productos y con más de 20 unidades de negocios orientadas a los mercados textil, automotor, salud y nutrición, entre otros. Su director general en nuestro país es Douglas W. Muzyka.
En el ramo de agricultura, nutrición y salud, DuPont invierte alrededor de 500 millones de dólares anuales a escala mundial y cuenta con cerca de 1,000 patentes. En el año 2001 respecto a 2000 creció un 25 por ciento y se espera continuar con este ritmo de crecimiento los próximos años.
Sólo la parte de agroquímicos representa un valor de 200 millones de dólares. En este rubro, DuPont desarrolla productos que tengan menor impacto en el ambiente, ante los cuestionamientos realizados por organismos ecologistas y la desconfianza mostrada por los productores hacia ciertos productos.
La compañía, que opera en 70 países y tiene 93,000 empleados, invierte en investigación y desarrollo de biotecnología cerca de 3 millones de dólares todo el mundo, lo que representa la totalidad del negocio agrícola y de nutrición que incluye Pionner Grains (híbridos) y Protein Technologies (soya).
En México se ubican 6 centros de investigación, 3 pertenecen al negocio de agricultura y nutrición, ubicados en Guadalajara, Puerto Vallara y Sinaloa. Uno de pinturas en Tlanepantla, uno de pigmento blanco en Altamira y otro más en el desarrollo de fibras en Monterrey.
DuPont inició en 1802, en Estados Unidos. Durante el primer siglo la empresa se dedicó a la fabricación de explosivos y en la primera mitad del siglo XX a la fabricación de pinturas, tintas y productos químicos.
A finales de los años treinta se inició en el negocio de fibras sintéticas y hasta 1980 integró la biología, pero es en los últimos 10 años cuando DuPont incursiona en investigación biotecnológica.
Syngenta
Es la compañía más grande dedicada exclusivamente a la industria agrícola, en términos de venta. Opera en la totalidad de las principales áreas de protección de cultivos y semillas. Sus ventas en 1999 fueron de aproximadamente 7.0 billones de dólares.
Con más de 23,000 empleados en el mundo, Syngenta invierte en investigación alrededor de 800 millones de dólares anuales, y el 40 o 50 por ciento de esta cifra es específicamente para biotecnología.
Es una compañía anglo-suiza, producto de la fusión entre las empresas Séneca (inglesa) y Novartis (suiza). Se formó oficialmente en noviembre de 2000 y en México empezó como Syngenta el 1 de enero de 2001. Su actual director en México es el señor Valdemar Fischer.
Para Syngenta, México es el séptimo país en ventas y uno de los más importantes en tecnología agrícola, lo que representa un mercado atractivo y donde existen cultivos biotecnológicos comercializados.
Syngenta cotiza sus acciones en 4 bolsas: Zurich, Londres, Nueva York y Estocolmo. Una parte de la captación de recursos proviene de los propios accionistas y bancos, pero también se invierte en investigación entre 10 y 12 por ciento de las ventas mundiales.
El año pasado, la empresa creció 10 por ciento y en 2002 pretende repetir la misma cifra. Syngenta maneja alrededor de 120 ingredientes activos, de los cuales se quedarán bajo patente alrededor de 70 y algunos más se estarán descontinuando.
En este momento trabajan en alianza con centros de investigación en Japón, Inglaterra, Suiza y Estados Unidos, y aseguran la posibilidad de establecer fuertes vínculos con los centros de investigación en México, de hecho, ya existen investigaciones con el Cimyt, el Cinvestav y algunas universidades.
El año pasado, Syngenta logró junto con otra empresa, el mapeo del genoma del arroz, investigación destacada en el ámbito agrícola.
En 2001 se introdujo Actara que es un control avanzado para chupadores en hortalizas y papas, y Karate Zeon cuyo ingrediente activo es más eficaz con las plagas de diversos cultivos. Otros desarrollos son el Activart que es un activador de las defensas naturales de la planta contra insectos y enfermedades, el Switch específico para fresas y la nueva formulación del herbicida Coloso para uso de prácticamente todos los cultivos.
Monsanto
En el ámbito mundial, Monsanto registra ventas anuales de aproximadamente 5,500 millones de dólares e invierte 600 millones de dólares para investigación y desarrollo. En México, el consorcio destina más de 500,000 dólares al rubro de la biotecnología.
La firma tiene su sede en San Luis, Missouri (Estados Unidos) y cuentan con centros de investigación biotecnológica en ese país y otras partes del mundo. En México, el director general de la compañía es Gustavo Lara Cantú.
Fundada en 1901, genera 14,000 empleos en todo el mundo, y después de 96 años en la industria química, Monsanto se está transformando en compañía dedicada a la agricultura, alimentos y salud. La parte de la empresa relacionada con la química industrial fue vendida para crear Solutia Inc., en septiembre de 1997.
Monsanto produce tanto para el mercado de semillas convencionales como para el de semillas producidas mediante la biotecnología. Entre los agroquímicos, destaca el herbicida Roundup, con más de 25 años en el mercado, líder entre los grandes y pequeños productores agropecuarios.
Actualmente los cultivos biotecnológicos en los que realiza investigación en nuestro país son algodón (resistente a insectos y tolerante a herbicida) y soya (tolerante a herbicida).
Aventis
Líder mundial en las ciencias de la vida enfocado en 2 áreas de negocio: farmacéutica y agricultura. Desarrolla nuevos productos en los campos de medicinas, vacunas, proteínas terapéuticas, biotecnología, producción y protección de cultivos, así como nutrición y salud animal.
Con sus oficinas centrales en Estrasburgo, Francia, Aventis emplea a 90,000 personas en 150 países, en donde registra ventas por 19,000 millones de dólares anuales, aproximadamente. Sus ventas en el área agrícola durante el año 2000 alcanzaron 4,200 millones de dólares y sus inversiones anuales ascienden a 420 millones de dólares en investigación y desarrollo.
Aventis invierte en México 200,000 dólares anuales y aún no cuenta con centros de investigación agrícola en este país.
En el sector agropecuario ha logrado desarrollar algodones transgénicos tolerantes a herbicidas, así como la tolerancia a herbicidas de cultivos como maíz, canola, soya y arroz, con el sistema Liberty Link. Otra tecnología aplicada es la resistencia a insectos por medio de bacterias Bt en maíz y algodón. El director de Aventis en México es Gerhard Simons.
Según directivos de la empresa, los obstáculos que presenta la compañía en México en el sector agropecuario son la falta de planeación agrícola, altos costos de producción, bajos precios de cosecha y falta de financiamiento barato para siembra y maquinaria, así como apoyos a la comercialización y el cultivo.
De origen franco-alemana, Aventis CropScience México nace en el año 2000, resultado de la fusión entre las empresas Rhone Poulenc y Hoechst AgreVo. Aventis ha sido adquirida por el grupo alemán Bayer, y próximamente se conformará en Bayer CropScience.
Savia
Savia, por sus filiales Seminis y Bionova, es líder en comercialización, desarrollo, producción y control de semillas para frutas y verduras; también es uno de los principales distribuidores de frutas y verduras en Norteamérica.
Sus ventas anuales son aproximadamente de 800 millones de dólares y sus operaciones se extienden a 120 países. Cotiza en las bolsas de valores de Nueva York y México y las plusvalías no son cobradas sobre los impuestos de la bolsa mexicana, esto hace de Savia una de las pocas empresas globales capaces de ofrecer esta ventaja a sus inversionistas.
Durante el año pasado, tan sólo Seminis generó ventas por 450 millones de dólares, mientras que su inversión en investigación fue de 52.4 millones de dólares. Cuenta con 59 centros de investigación en 19 países y alianzas con más de 100 organizaciones públicas y privadas en todo el mundo.
Las empresas de Savia participan directa e indirectamente en las distintas áreas del sector agroindustrial. Esta diversidad ha dado a Savia la capacidad estratégica para colocarse en el liderato de ventas en los distintos sectores de la cadena de alimentos.
La tecnología tiene un papel central en la estrategia de Savia y, para sus afiliados, la empresa posee la tecnología más avanzada para el sector agrícola. Esta tecnología es fundamental como plataforma técnica para hibridación tradicional.
La firma ha sido reforzada en el área para mejorar la genética de frutas y verduras, y está lista a participar en este sector en cuanto los mercados requieran esta categoría de productos.
El director general de Savia en México es Alfonso Romo Garza.
Biotecnología, sector estratégico
El mercado mundial de la agrobiotecnología para el año 2000 se estimó en 3,000 millones de dólares, para 2005 se espera que alcance 8,000 millones y 25,000 millones para 2010.
En los próximos años, la expansión de la biotecnología estará determinada por la evolución de las condiciones económicas, sociales y políticas imperantes en este siglo, más que por las posibilidades científicas. La biotecnología moderna se convertirá en un sector estratégico de la economía de mercado.
El crecimiento económico, aunado al aseguramiento de la alimentación, requiere de la convergencia de los gobiernos, organismos científicos y empresas de todo el mundo; por tanto, la industria de la biotecnología es una excelente oportunidad financiera para incorporar valor agregado a los productos agrícolas en un mercado altamente competitivo.
La biotecnología agrícola sustenta costosos e intensos programas de investigación. Muchas compañías internacionales invierten en biotecnología millones de dólares para asegurar la alimentación, calidad y cantidad productiva del campo en los próximos años.
