Una asociación de investigación apoyada por USAID con Etiopía está desarrollando cultivos mejorados para la región
El programa de mejoramiento de cultivos del ICARDA consiste en ensayar y diseminar cereales y leguminosas de alto rendimiento, tolerantes al calor y resistentes a enfermedades. Dichas variedades tienen el potencial de transformar la productividad agrícola en el África Subsahariana, generando mayores rendimientos, mejorando los medios de subsistencia, fortaleciendo la seguridad alimentaria y abordando los desafíos del cambio climático.
Los agricultores de África Subsahariana luchan por superar múltiples limitaciones de producción: una base de recursos naturales degradados, una escasez crónica de agua y una gran cantidad de plagas y enfermedades. La producción nacional de cultivos básicos como legumbres, trigo y cebada es limitada, lo que obliga a la región a importar cultivos alimenticios a gran escala. El resultado: una importante carga de importación que socava la seguridad alimentaria nacional y expone a los pobladores a los caprichos de los mercados mundiales de productos básicos.
Desde su centro de investigación en Etiopía, el programa de mejoramiento de cereales y leguminosas de ICARDA está intentando revertir este escenario. Trabajando con el socio nacional del Instituto Etíope de Investigación Agrícola (EIAR), y con el apoyo de USAID, el programa tiene como objetivo revisar la productividad de los cultivos estratégicos de la región: el trigo (pan y trigo duro), cebada (comida y malta), el garbanzo (kabuli, lenteja, frijol y guisante). El Programa combina el desarrollo y pruebas de variedades de cultivos de alto rendimiento y resilientes con el desarrollo de capacidades y esfuerzos para fortalecer los sistemas de semillas para asegurar que los agricultores tengan acceso oportuno a semillas de calidad.
ICARDA desarrolla cruces de variedades de cultivos específicos de cada región y envía poblaciones precozmente segregadas a Etiopía para su posterior evaluación y selección. Las líneas de elite adaptadas a la región que demuestran resistencia o tolerancia a las tensiones abióticas y bióticas pueden entonces ser constituidas en viveros regionales y distribuirse a los socios. Los científicos de ICARDA también trabajan con socios en la recolección, adquisición, conservación ex situ y regeneración de germoplasma, el bloque de la mejora del cultivo, para asegurar la posteridad y la disponibilidad continua de recursos genéticos.
Desde 2012, se han desarrollado y liberado 30 variedades mejoradas en Etiopía y en África Subsahariana. Singitan, por ejemplo, una variedad mejorada de cebada de malta, es más productiva que las variedades locales, generando hasta 4.1 toneladas por hectárea (t/ha), y resistente a Shoot Fly, una plaga importante que causa pérdidas de cosecha de hasta el 100 por ciento durante temporadas lluviosas más cortas. También demuestra cualidades superiores de la malta, haciéndole una materia prima ideal para el creciente sector de la bebida de la malta de Etiopía.
