Investigadores de la Universidad de Kansas prácticamente han concluido los estudios para usar la soya y el trigo en la elaboración de bioplásticos y se prevé que a finales de este año se transferirán los conocimientos a la industria para su producción generalizada.
Así lo indicó Susan Sun, ingeniera agrónoma del Departamento de Ciencias Granarias e Industria de la institución, quien precisó que los ensayos tienen un avance de entre 80 y 90 por ciento y podrán usarse en la producción de botellas, papeles impermeabilizados, incluso partes de automóviles, entre otras aplicaciones.
Recordó que los primeros experimentos comenzaron en 1996 con el objetivo principal de lograr plásticos a partir de proteínas de la soya y los cereales, que poseen más elasticidad y fortaleza que los materiales comunes.
En el laboratorio del Centro de Investigación y Extensión de Kansas, los prototipos se realizan con una máquina que mezcla y calienta los materiales y luego los comprime dándoles la forma de un gran fideo gigante, el cual se moldea antes de ser manipulado y utilizado a medida.
Según Ronald Madl, director del Centro de Investigación Triguera de ese estado, se busca aumentar los diferentes usos y mejorar el valor de los cultivos que se producen en Kansas. Entre las variadas ideas surgió la posibilidad de producir bioplástico a partir de polímeros naturales.
Entre otros proyectos de investigación agrícola conducidos en el estado, se puede mencionar la producción de adhesivos biológicos sin contenido de petróleo y que produzcan poca contaminación ambiental. Además, se trabaja sobre la transformación de los rastrojos de trigo, para producir fibras que demostraron tener resistencia a los insectos, en comparación con las maderas.
También se desarrollaron tintas oleosas de soya, biodiesel y lubricantes derivados de productos agrícolas. Muchos de estos proyectos se desarrollan en las escuelas secundarias del estado, donde el gobierno está intentando que se autorice un presupuesto de tres millones de dólares para este tipo de investigaciones.
El gran objetivo es lograr que Estados Unidos dependa menos del uso del petróleo, la base para la producción de la mayoría de plásticos elaborados. Ese país importa casi 60 por ciento del hidrocarburo que consume y destina 3 por ciento a las petroquímicas dedicadas a la elaboración de plásticos convencionales. (Agriclipping.com)
