Biotecnología

Obtienen del olote alimento para lactobacilos

Estos microorganismos permiten un mejor funcionamiento del aparato digestivo y ayudan a reducir problemas estomacales como diarrea, gastritis y estreñimiento

Ciudad de México.─ Académicas de la Universidad Iberoamericana (UIA) han obtenido alimento de lactobacilos, llamados prebióticos, del olote del maíz. El objetivo es encontrar la forma de encapsularlos y agregarlos a un alimento, puesto que estos microorganismos permiten un mejor funcionamiento del aparato digestivo y ayudan a reducir problemas estomacales como diarrea, gastritis y estreñimiento.

Las alumnas en ingeniería de alimentos, Silvana Arreola Castillo, Mirely Guevara Canseco y Rebeca Ramos López, con asesoría de Lorena Pedraza —investigadora del Departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de la UIA—, procesan el residuo del maíz en el Laboratorio de Bioingeniería a través de un destilado de hidrólisis enzimática para obtener los prebióticos, llamados xilo-oligosacáridos.

De acuerdo con las universitarias, este tipo de prebióticos también podrían colaborar en la modulación de la respuesta inmune, lo cual está relacionado con el lactobacillus acidophuillus, uno de los lactobacilos que forman parte de nuestra microbiota.

Rebeca Romo refiere en entrevista que la siguiente etapa de la investigación será, mediante el desarrollo de una planta piloto, conocer el rendimiento que puede obtenerse de estos microorganismos por tonelada de olote, que en una buena proporción podría ser de 200 kilogramos por tonelada.

La estudiante acota además que estudios de Ruth Pedroza Islas, también investigadora de la universidad, sugieren que estos prebióticos podrían ser encapsulados para su consumo y llegar así al intestino de manera “limpia”. Esta encapsulación, agrega, podría emplearse para su agregación en alimentos como yogures e incluso golosinas como helados y gomitas.

Si bien prebióticos como los xilo-oligosacáridos están presentes a lo largo de la vida del maíz, aunque con una estructura celular más grande —explica por su parte Lorena Pedraza—, obtenerlos del olote es una forma más de aprovechar el residuo.

Sí, “sólo una forma más” de aprovechar el olote, porque éste es un apéndice de una investigación más amplia donde científicos de la UIA emplean además de este residuo otros como rastrojo para obtener más productos de valor agregado.

En entrevista, menciona que mediante un procedimiento de biorrefinación han logrado obtener además otros polímeros como etanol, edulcorantes y ácidos lácticos, que pueden aplicarse en la mejora de suelos agrícolas o incluso en aplicaciones odontológicas.

“El objetivo es desarrollar un proceso viable y sustentable para obtener estos productos con residuos en una misma planta de procesamiento.” Aunque cada sustancia, agrega, tendría un rendimiento distinto por cantidad de residuos en función del que se busque obtener.

Actualmente, las especialistas saben que pueden sintetizar la cantidad de 200 litros de etanol por tonelada de materia seca, por ejemplo. Sin embargo, para realizar estudios sobre la viabilidad en la producción y complementar este tipo de cifras, las investigadoras diseñan una planta industrial piloto.

Después de este tipo de evaluaciones técnicas, alguna empresa o institución de gobierno podría desarrollar sus respectivas plantas para obtener este tipo de recursos, dijo.

La científica enfatiza además que este tipo de tecnología permitirá sacar productos de valor de desechos que en todo caso son quemados o, en el caso del olote, empleados sólo para el relleno de alimento animal.

Si bien las investigadoras tienen diversas opciones para desarrollar aplicaciones, Lorena Pedraza puntualiza que el mercado de los xilo-oligosacáridos es una de las pertinentes puesto que la industria de los alimentos es muy importante.

Fuente: La Crónica de Hoy

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