Biotecnología

Participa el Cinvestav en la creación de la base genómica de plantas más grande del mundo

El proyecto “Árbol del Genoma de la Vida” establece la trama evolutiva de 150 especies diferentes de plantas y permite un análisis de genomas completos para identificar los genes que dieron lugar a esas especies

México.─ A través del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) ha participado en la creación de “Árbol del Genoma de la Vida”, el árbol genómico de plantas con semilla más grande del mundo.

Este proyecto de investigación —en el que participan también el Jardín Botánico de Nueva York, el Laboratorio Cold Spring Harbor, la Universidad de Nueva York y el Museo Americano de Historia Natural— establece la trama evolutiva de 150 especies diferentes de plantas y permite un análisis de genomas completos para identificar los genes (secciones específicas de ADN que codifican ciertas proteínas) que dieron lugar a esas especies, explicó Angélica Cibrián, investigadora adscrita al Langebio de la Unidad Irapuato del Cinvestav.

Con el empleo de un nuevo enfoque denominado “filogenómica funcional”, explicó la especialista, este árbol genómico permitirá a los investigadores reconstruir el patrón de acontecimientos evolutivos que son las bases para mejorar la calidad de las semillas utilizadas en la agricultura.

Precisó que las 150 especies son representativas de todos los grupos de plantas más importantes de semillas para incluir en el estudio, desde las variedades florales, por ejemplo los arbustos y los dientes de león, a las plantas de cono sin flores, como cícadas, abetos y pinos.

Por su parte, Rob DeSalle, coautor del proyecto, señaló que al contar con la arquitectura de este árbol de la vida de las plantas, se podrán descifrar innovaciones evolutivas que han ocurrido en grupos particulares de plantas.

De acuerdo con el Cinvestav, la idea del proyecto es poder utilizar todos los genomas de las plantas que se están secuenciando en la actualidad para reconstruir las relaciones que hay entre ellas mediante una filogenia, que es el árbol de la vida, en la que las ramas son las especies actuales y el tronco, es el ancestro de esas especies.

Con los nuevos algoritmos desarrollados en este proyecto y el poder de procesamiento de las computadoras, las secuencias —cerca de 23 mil conjuntos de genes— se han agrupado, ordenado y organizado en el árbol de acuerdo a sus relaciones evolutivas.

Esto se elabora con un análisis computacional, en el cual una vez creado el árbol, se identifican genes que tienen una señal evolutiva única en un grupo de plantas. “Por ejemplo, si hay un grupo de plantas que son muy tolerantes a la sequía o que tienen hábitats muy restringidos en cuanto a condiciones climáticas, se pueden identificar los genes que les permiten mayor tolerancia a esas condiciones”.

Otro ejemplo es el caso de la familia de los jitomates, donde se puede identificar los genes que son responsables de generar antioxidantes, característicos de este grupo de plantas, e importantes en la salud humana. Con el fin de hacer experimentos dirigidos para mejoramiento genético en otras, explicó Angélica Cibrián.

Los datos y recursos de software generados por los investigadores están a disposición del público y se podría capacitar a otros investigadores de genómica comparativa para explotar la diversidad de plantas, para identificar los genes asociados a un rasgo de interés o de valor agronómico.

Además, este tipo de métodos también se pueden emplear para el estudio de otras especies, como las bacterias patógenas para humanos, concluyó Cibrián.

2000 Agro

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