José Luis Martínez
En 2015, la multinacional Syngenta, especializada en el desarrollo de soluciones para mejorar el rendimiento de los cultivos, trajo a México su Good Growth Plan, un proyecto que considera el desarrollo de herramientas que mejoren los resultados de las cosechas, pero que también ayudan a mantener los recursos naturales que alimentan estos cultivos para lograr una alimentación sostenible.
“El año pasado hicimos una serie de 150 sesiones en varios países, organizados desde México como uno de los países más importantes del mundo en la producción de alimentos. Analizamos esas propuestas con actores claves de la cadena, para entender cuáles eran sus principales preocupaciones, en temas de política, medio ambiente, con la participación de universidades, las organizaciones civiles para que nosotros pudiéramos reenfocar nuestra innovación en ese sentido”, señaló al respecto Javier Valdés, director general de Syngenta a 2000Agro.
El directivo apuntó que históricamente Syngenta ha destinado una parte importante de sus ingresos a la investigación, para ofrecer mejores soluciones a los productores y cada vez más amigables con el medio ambiente:
“En 2018 facturamos 13 mil 500 millones de dólares e invertimos en investigación cerca del 10 por ciento, es decir, unos mil 300 millones de dólares. Con estos resultados, buscamos redireccionar esta investigación para atender las principales preocupaciones de los actores de la cadena de valor en tres pilares: innovación orientada a la sociedad y la naturaleza.”
Es decir, Syngenta busca que sus avances científicos ayuden a la satisfacción de estas necesidades, tanto ambientales como poblacionales, “con un principio de sustentabilidad que cuide los intereses de los productores, su salud, su largo plazo, su parte económica”, señaló.
“Pero también procuramos la máxima reducción de residuos en los cultivos y en el ambiente”, agregó. “La empresa invierte en sus productos en términos de seguridad. Cada que lanzamos una nueva molécula, cuyo costo es de unos 80 millones de dólares, el 30 por ciento se va para estudios de investigación, en términos de seguridad para el usuario, para el ambiente y para el consumidor.”
Así, estos productos tienen cada vez menos impactos ambientales, huella agrícola y menos ingrediente activo para controlar algún problema biológico.
El directivo indicó que el tercer pilar de este nuevo plan es buscar áreas de oportunidad relevantes para invertir recursos para tratar de resolverlas desde su trinchera, en temas como: cambio climático, la fertilización, la eficiencia en el uso del agua, la resiliencia de los cultivos, etc.
“Ahí es donde Syngenta va a invertir en investigación para encontrar soluciones que favorezcan mayor productividad para los agricultores. Estamos trabajando muy fuerte en hacer los cultivos más sustentables, de largo plazo, pero también que sean más sustentables para el productor para que tengan mejores ingresos y una mayor calidad de vida.
“El Good Growth ya ha tenido muchos resultados. Por ejemplo en términos de productividad, hemos buscado incrementar en 20 por ciento promedio la productividad de los cultivos. Al 2018 ya vamos al 13 por ciento. En el caso de fertilidad del suelo, hicimos un compromiso de atender diez millones de hectáreas, ya las superamos el año pasado. Para el caso específico de México hemos trabajado más de 218 mil hectáreas”, abundó.
Finalmente, el directivo de Syngenta aseguró que en temas de biodiversidad la empresa se hizo como objetivo recuperar o cuidar cinco millones de hectáreas de cultivo. “Sin embargo ya tenemos 6.4 millones de hectáreas e hicimos el compromiso de entrenar a más de 20 millones de pequeños productores, tanto en términos de productividad como en manejo de tecnologías.
“En este momento, ya lo superamos y aseguramos que todos los actores de la cadena productiva que participan con nosotros, estén al 100 por ciento cumpliendo con los estándares éticos y de seguridad, tanto para los trabajadores como para el ambiente donde están trabajando”, concluyó.
