Hidroponia

Hidroponía: cultivo en perlita

Cultivo con perlita

Para hidroponía con perlita expandida, el film y las bolsas de cultivo deben contar con ciertas características. En el proceso de fabricación, al polietileno de las bolsas se agregan estabilizantes que garantizan su resistencia a los rayos ultravioleta, aumentando con ello su duración.
La capa exterior blanca refleja los rayos solares, proporcionando un extra de luz a la planta para obtener una rentabilidad óptima de la misma. En verano, el color blanco en las plantaciones impide el calentamiento excesivo de la base del sustrato.

Asimismo, el efecto de reflexión de luz repele igualmente a determinados insectos y ácaros, defendiendo a la planta cuando está joven e impide también el crecimiento de malas hierbas.

Un buen sustrato de perlita, debe poseer una serie de características como: ser químicamente inerte; nulo contenido en sales solubles; porosidad elevada con capacidad de aireación; estructura consistente; elevada capacidad de agua y nutrientes; estabilidad química en medio ácido y neutro así como distribución granulométrica adecuada al uso.

El suelo del invernadero, debe estar nivelado para evitar drenajes incontrolados en las bolsas y para captar luz de forma homogénea en toda la explotación; también debe aislarse el suelo con grava, arena o plástico, para evitar el franqueo de raíces, evitar la propagación de posibles patógenos existentes en los suelos y evitar acumulaciones de agua en las bolsas.

Al ser un material granular, la perlita tiende a estratificarse, por lo que es necesario mantener los sacos en la misma posición, tanto durante su transporte como en la manipulación posterior.
Al colocar estos sacos en el invernadero, previamente se debe realizar un ligero masaje para homogeneizar el material y para que el grado de humedad sea estable y homogéneo a lo largo de toda la bolsa de cultivo.

Los agujeros de cultivo en las bolsas deben realizarse con moldes de calor, ya que de esta forma el orificio descubierto es mucho más homogéneo que si se realizara de forma manual. Una vez aislado el medio de cultivo, se procede a extender los ramales portagoteros.

Las distancias más usuales o marcos de plantación suelen ser de 30 cm entre bolsas y dos metros entre filas. Normalmente se suelen colocar tres goteros por bolsa a 0.5 metros.

Antes de plantar el cultivo se debe de realizar una saturación inicial de las bolsas. Ésta consiste en realizar diversos riegos con una solución nutritiva preestablecida para el cultivo que vamos a desarrollar, a un pH y una conductividad eléctrica (CE) adecuada al desarrollo de la plántula que se va a trasplantar.

Es importante destacar que se debe saturar a impulsos y no de golpe, con ciclos de riego más largos que la frecuencia de riego que utilizaremos posteriormente, cuando el cultivo ya esté desarrollado. Una vez que la solución nutritiva rebosa por la parte superficial de la bolsa de cultivo, ésta se deja 24 horas en saturación para homogenizar la hidratación, y a continuación se realiza el corte de drenaje.
También, debemos controlar diversos factores para conocer perfectamente la evolución del sistema, por lo que deben existir de uno a dos puntos de control por sector de riego.

Los puntos de control o muestreo son bandejas con al menos dos bolsas o sacos de cultivo, para que los datos que obtengamos sean representativos. Los datos que normalmente se controlan son: porcentaje de drenaje, pH y CE de drenaje, pH y CE del gotero y pH y CE medido directamente en la bolsa o saco de cultivo.

La perlita es un sustrato químicamente inerte, sin embargo no conviene bajar el pH de la solución nutritiva de 5, ya que se promueve la liberación de elementos constitutivos de la perlita, como el aluminio, que es altamente tóxico para el cultivo.

La capacidad de intercambio catiónico de la perlita es muy baja; alrededor de 3 meq./100 g.; este factor hace que tengamos especial cuidado en los abonados ya que los diversos elementos nutritivos que aportemos, apenas van a quedar retenidos en el sustrato.

En los semilleros hortícolas se emplea la perlita junto con otros sustratos, ya que favorece la aireación del cepellón de la plántula, aumentando el número de raíces de ésta.

Como principal ventaja del cultivo en perlita —en comparación con otros sistemas de cultivo sin suelo— podemos destacar la facilidad y sencillez para mantener un perfil casi constante de humedad.
Finalmente, es importante señalar que la perlita expandida es un mineral que no ha sido expuesto a ningún tipo de tratamiento ni aditivación; durante su transformación, no se generan residuos ni se incorporan elementos indeseables.

Una vez usada, la perlita expandida es totalmente reciclable. Una gran ventaja comparativa de ésta sobre otros materiales es su extremada consistencia, cualidad que le da mayor durabilidad y con ello, contribuye a minimizar los desechos generados tras su uso agrícola.

* Profesor Titular del Centro de Formación Profesional Agraria, Escuela Familiar Agraria (EFA) CAMPOMAR

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