Orgánicos

Dependencia en arroz genera fuga de 5 mil mdd de México

Hace más de dos décadas México era autosuficiente en producción de arroz; hoy importa 80 por ciento de sus necesidades y por esta sinrazón, dado el potencial que hay para producirlo, se fugan cinco mil millones de dólares.

Leonardo Hernández Aragón es uno de los investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) que más conoce el cultivo del arroz y que a sus 86 años sigue siendo un innovador en el estudio del cereal. Todo el conocimiento acumulado por más de cinco décadas de experiencia respalda su afirmación de que nuestro país puede recuperar la autosuficiencia en producción de arroz en un sexenio; siempre y cuando se apoye la investigación, la producción de semillas de alta calidad, la trasferencia de la tecnología, la divulgación y programas de extensionismo a los productores con nuevas y mejores herramientas tecnológicas.

En las parcelas de arroz del Campo Experimental del INIFAP en Zacatepec, Morelos, el experto cuyo trabajo lo ha llevado a ser reconocido por el Instituto Internacional de Investigaciones Arroceras (IRRI) de Filipinas como “investigador latinoamericano destacado” y a tener la membresía del Sistema Nacional de Investigadores y de la Academia Mexicana de Ciencias, reconoce que México en la actualidad produce solamente 250 mil toneladas de arroz, pero llegó a cosechar más de 800 mil toneladas por año, las cuales eran suficientes para abastecer el consumo nacional.

Empero, agrega, dado que de los años ochenta a la fecha se ha incrementado la población y ha decrecido la producción “hoy estamos importando más del 80 por ciento de lo que consumimos, es decir, casi un millón de toneladas, principalmente de arroz delgado” y “esto significa la fuga de alrededor de cinco mil millones de dólares que a la paridad actual peso-dólar es bastante dinero, el cual si logramos ser autosuficientes en arroz se quedaría en México para apoyar los programas sociales que impulsa el gobierno mexicano actual”.

Nuestro país no ha podido ser autosuficiente en este cereal —expone Hernández Aragón— porque hace mucho tiempo el Estado mexicano desatendió la investigación agropecuaria y forestal; en cultivos básicos prácticamente se dejó de hacer mejoramiento genético para generar variedades; solo en el estado de Morelos se siguió apostando a la mejora genética arrocera, donde se obtuvieron las variedades de la serie Morelos.

El experto reconoce que en años recientes se ha contado con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en algunos proyectos, pero se requiere que el INIFAP retome el programa de mejoramiento genético para generar mejores variedades para las distintas condiciones ecológicas del país y con un manejo agronómico adecuado se ampliará la superficie y aumentará la producción, y poco a poco recuperaremos la autosuficiencia como se tuvo en los ochenta y parte de los noventa, antes de que se implementara el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El investigador comenta que en México en la actualidad la superficie sembrada con arroz no es mayor a 40 mil hectáreas, pero en los años ochenta se cultivaron 200 mil hectáreas, de las cuales 50 por ciento eran temporaleras, sobre todo en Veracruz, Tabasco, Campeche y Chiapas, y el resto bajo riego. Solo en Sinaloa se llegaron a cultivar bajo riego 100 mil hectáreas —con variedades resistentes al acame desarrolladas por el investigador— y hoy no llega ni a mil. El cereal prácticamente dejó de cultivarse porque fue desplazado por maíz y hortalizas de exportación; pero esa entidad tiene clima, agua y suelos para alta vocación arrocera, y puede reconvertir cultivos.

Información e imágenes: INIFAP

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