Luego de Australia, Argentina es el segundo país del mundo con mayor superficie dedicada a la producción orgánica. Australia posee 12 millones de hectáreas, Argentina cuatro millones y con superficies bastante menores le siguen China, Estados Unidos y Brasil (cada uno con 1.8 millones de hectáreas).
En el mundo orgánico argentino las frutas (fresco+subproductos) tienen especial importancia, dado que son el principal producto orgánico exportado. Del total de las ventas externas orgánicas las frutas frescas aportan 36 por ciento y los subproductos 8 por ciento. Dentro de este último grupo se engloban a los jugos, purés, mostos, bebidas alcohólicas y deshidratados.
Dentro de las frutas orgánicas las principales son las manzanas y peras. El 95 por ciento de las exportaciones de frutas frescas corresponde a ellas. En el caso de las peras son más de 20 mil toneladas, en manzanas más de 15 mil toneladas. Los volúmenes de las otras frutas son reducidos. La exportación de ciruelas alcanza las mil toneladas. Las otras frutas menos de 500 toneladas (uva, arándanos, duraznos, etc.).
Argentina no puede exportar cítricos orgánicos frescos. Las exigencias fitosanitarias impuestas por los europeos y otros países compradores a mediados de 2000, no permiten conducir el cultivo en forma orgánica.
La exportación de fruta orgánica fresca fue exitosa en los últimos años. En diez años se pasó de las siete mil toneladas enviadas al exterior en 2000 a más de 40 mil toneladas en 2010. El mayor crecimiento lo registró la pera, cuya exportación se incrementó diez veces. También la exportación de manzanas orgánicas se incrementó fuerte, aunque no tan marcadamente como la pera.
Productos industriales de las frutas
Para analizar el negocio de la fruta orgánica, no sólo hay que tener en cuenta la fruta fresca, sino también los productos industrializados. Éstos representan una interesante opción, siendo frecuentemente el plus de precios de la fruta orgánica industrial, mayor que el plus de precios de la fruta orgánica fresca.
Mientras que la mayor parte de la fruta fresca se envía a Europa, esto no se da en los jugos y mostos. En este caso el principal destino es Estados Unidos, seguido por la Unión Europea y Japón.
Manzanas y peras
Se produce principalmente jugos y purés orgánicos. Aunque también hay interesantes posibilidades para subproductos menores como los deshidratados (chips de manzanas), la producción de sidra (manzanas) o de aguardientes (peras).
Según lo comentado en el último Congreso Latinoamericano de Jugos (Santiago, 2011), hay en Sudamérica una gran disponibilidad de jugos y mostos de manzanas orgánicos. Pero esto no es un problema, gracias al activo interés que existe por este producto.
Diferente es la situación de la pera. Hay una amplia oferta de jugos y purés, pero el interés es reducido. Responsable de esto es en gran parte Turquía, que afectó seriamente al negocio al vender jugo de pera orgánico adulterado.
Uvas
En las uvas los productores industriales suelen ser los más importantes. La producción de uva orgánica fresca es sumamente complicada, por lo cual prácticamente se dejó de hacerla. Pero la producción de mostos, vinos y pasas de uvas tiene muy buen futuro. Argentina produce un importante volumen de jugo orgánico el cual encuentra una muy buena demanda. El jugo de uva es el jugo orgánico más exportado por Argentina, participando de un tercio de las exportaciones de jugos orgánicos.
Cítricos
Argentina no puede exportar cítricos orgánicos frescos debido a limitaciones sanitarias. La única alternativa es la producción de jugos y aceites. Pero la producción argentina es reducida, a pesar de que en el caso de los cítricos dulces existe una alta demanda. También hay buena demanda por jugo y aceite orgánico de limón. Sólo en el caso del pomelo el interés es acotado.
Fruta de carozo
La producción argentina de purés de carozos orgánicos es reducida, a pesar de que hay cierto interés por estos productos.
Berries
El principal productor sudamericano de estos jugos y purés orgánicos es Chile. Argentina tiene un rol secundario. Chile posee una buena producción de subproductos orgánicos de berries (frutilla, frambuesa, arándanos), los cuales encuentran un activo interés. En caso de las frutillas la demanda frecuentemente supera la oferta.
Fuente:ProChile
