Ariana Torres Garduño, gerente de relaciones corporativas HSI México, habló con 2000Agro sobre el Día Mundial del Huevo
Alejandro Barragán
Ciudad de México, 9 de octubre de 2020.— Con 127.3 millones de cajas de huevo al año México se ubica como el cuarto productor de huevo a escala mundial.
El Día Mundial del Huevo se celebra el segundo viernes de octubre desde 1996. Este día se conmemora no solo la calidad alimenticia del huevo, sino a quienes lo producen, en este caso, las gallinas. El Día Mundial del Huevo está enfocado también al bienestar de estos animales.
Ariana Torres Garduño, gerente de relaciones corporativas de Humane Society International (HSI) México, charló en exclusiva con 2000Agro sobre el Día Mundial del Huevo y el bienestar animal que debe existir en su producción.
Es importante porque como consumidores estamos conscientes de que el huevo es parte de una dieta balanceada, así como una de las proteínas más económicas y nutritivas que los seres humanos podemos consumir, y si las gallinas que lo producen se encuentran en condiciones de bienestar esto repercute de manera positiva en estas criaturas pues de esta forma no viven con estrés durante la producción de este alimento.
“En México el bienestar animal es un tema con múltiples matices y cada voz resulta con sus propias líneas”, afirmó Ariana. De acuerdo con la Organización Internacional de Sanidad Animal, el bienestar animal se expresa cuando los animales viven libres de miedo, frío, crueldad y maltrato, pero además estos animales deben contar con la capacidad de realizar sus comportamientos naturales como especie.
“Es ahí donde nosotros (HSI) nos enfocamos de manera puntual. De las 101 millones de gallinas que existen en México, más del 90 por ciento se encuentran confinadas en jaulas”, aseguró. De acuerdo con Ariana, HSI busca como organización y como sociedad aumentar las condiciones de bienestar animal de las gallinas.
“Desgraciadamente, como sociedad hemos dejado de lado la conciencia sobre el bienestar de nuestros animales, damos por sentado que si son empleados para la producción o generación de algunos de los productos que consumimos su sufrimiento se justifica”, lamentó.
Opinó que lo anterior se debe en esencia a que el consumidor desconoce que las gallinas pasan su vida en jaulas tan pequeñas como una hoja de papel, sin poder caminar, ni levantar sus alas, viven hacinadas en este espacio durante toda su vida reproductiva.
“Es fundamental que cuando pensemos en este ingrediente (el huevo), que es esencial en la cocina mexicana, reflexionemos cómo es que fue producido, en buenas o malas condiciones de bienestar animal y de libertad para expresar el comportamiento natural de las gallinas”, señaló.
México es el consumidor de huevo número uno del mundo; de acuerdo con datos del año 2019 de la Unión Nacional Avícola, el consumo promedio de huevo de los mexicanos es de 370 huevos por persona al año.
El huevo no es dañino siempre y cuando sea parte de una dieta balanceada que incluya cereales, frutas, verduras y carne. “La alimentación no está basada en restricciones, sino en un correcto balance de alimentos”, afirmó Ariana Torres.
En México existen empresas comprometidas con el bienestar de las gallinas ponedoras y que utilizan exclusivamente huevo libre de jaula para la elaboración de sus productos. Algunas de estas empresas son Grupo Bimbo, Toks, CMR, Sushi-Ito, Alsea, Burger King, McDonald’s, La Parroquia.
Para apoyar el consumo y la producción de huevo libre de jaula Ariana recomienda:
- Si vas a un restaurante pregunta si el huevo que utilizan es libre de jaula, si no saben responderte es muy probable que no lo sea.
- En el supermercado elige huevo libre de jaula.
- Las empresas como entes socialmente responsables deben hacer compromisos a favor del bienestar animal.
- Incorporar a las cadenas de suministro huevo libre de jaula.
Finalmente, Ariana recomendó a los lectores de 2000Agro obtener información sobre los productos que consumen. “Lo más importante es que nos informemos, que revisemos fuentes de información con respaldo científico sobre el sufrimiento que experimentan las gallinas ponedoras así como las condiciones reales en que se producen los huevos que consumimos”, finalizó.
