Algunos tipos de semillas producen cosechas más abundantes
Hace 10 mil años, los primeros agricultores, que vivían en la Media Luna Fértil de los países rodeando el río Nilo, el Mediterráneo y el golfo Pérsico, trabajaron para encontrar las semillas que hacían a los cultivos más resistentes.
Ellos descubrieron que había algunos tipos de semillas provenientes de granos salvajes, que producían cosechas más abundantes. Empezaron a seleccionar estos tipos de semillas (en la actualidad se las llama variedades) y empezaron a cultivarlas en cada estación, lo cual llevó al establecimiento de comunidades estables y prósperas, terminando con el estilo de vida nómada que estaba orientado hacia la búsqueda de alimento.
Durante los últimos 150 años, los investigadores se han basado en el conocimiento de los más antiguos de los agricultores a entender mejor la importancia de la genética de plantas para desarrollar cultivos más fuertes y dinámicos.
Mediante la identificación de cultivos con las características deseadas, tales como mejores características nutricionales o una mayor tolerancia a la sequía y el uso de la cría selectiva, se han desarrollado plantas mejoradas que son más saludables, más resistentes y capaces de producir mayores rendimientos.
Hoy en día, la investigación de semillas es muy sofisticada. En el laboratorio, los científicos trabajan cuidadosamente para identificar los genes específicos responsables de los rasgos que hacen a los cultivos más sabrosos, más nutritivos, más contundentes o más tolerantes a la sequía, plagas, inundaciones, pesticidas o ambientes salinos.
