Orgánicos

La palma real, una planta multifacética

Dentro de las unidades de producción de muchos viveristas en el país se explota el uso ornamental de esta especie

Edibel Leyva de la Cruz*

En los últimos años, las palmas se han constituido como las preferidas en la ornamentación de jardines, tanto por su belleza como por su adaptación a las diversas condiciones climáticas. Es una planta elegante de fácil cultivo y alcanza alturas de alrededor de 30 metros.

La palma Roystonea regia llamada comúnmente como palma real, se considera el árbol nacional de Cuba y en su género podemos encontrar a diez especies, incluidas dentro de la familia de las Arecaceae.

De manera natural, se puede encontrar en el Caribe, las Antillas, Colombia, Venezuela, Cuba y en algunas regiones de México, Belice, Honduras, sur de Florida, Bahamas e Islas Caimán.

La palma real es muy versátil en cuanto a sus usos: como especie ornamental, proveedor de tablas provenientes del tallo para construcción de casas, las espatas florales se pueden usar para cestas no tejidas, la base de las hojas son usadas para envolver tabaco, sus flores son fuente importante de alimento para las abejas, su palmiche que cuelga en racimos es excelente como alimento para los cerdos, e incluso puede usarse para elaborar jabones.

Dentro de las unidades de producción de muchos viveristas en el país se explota el uso ornamental de esta especie.

El tamaño al cual se vende esta planta es variable y depende mucho del tipo de cliente que la adquiere.

Así, se le puede vender en bolsas de 6, 8, 12, 20, 40 o 60 litros, siempre que la altura de la misma no sobrepase los tres o cuatro metros.

También hay productores que se especializan en vender palmas entre seis y diez metros de alto, especialmente para parques, jardines y fraccionamientos, por lo que se tiene que recurrir a la técnica del banqueo.

Los beneficios que aporta esta especie al medio ambiente son incuestionables. Pero también presenta beneficios económicos al productor que la produce y desarrolla. La rentabilidad mucho tiene que ver con el tamaño en el cual se manda al mercado.

No conviene comercializarla en tamaños muy pequeños, pero tampoco demasiado grandes. El tiempo, el manejo y las maniobras de venta final pueden reducir los márgenes de utilidad.

* Promotor del Centro de Desarrollo Tecnológico de Tezoyuca. La opinión es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA. eleyva@fira.gob.mx

Fuente: Agronegocios en perspectiva

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