Orgánicos

Plantas anuales y perennes en agricultura

Transformarán trigo, cebada y centeno en plantas perennes

plantas-pereenesConocer las posibilidades de transformación de plantas anuales en perennes permitiría que los cereales templados anuales, como el trigo, la cebada o el centeno, puedan desarrollarse durante más años, disminuyendo las tareas de siembra y economizando los costos de su cultivo. Un equipo internacional profundiza en los mecanismos que regulan el cambio de plantas anuales a perennes así como en la tolerancia al estrés.

Los estudios sobre las transiciones de plantas anuales a perennes se van a desarrollar en gramíneas del género Brachypodium, plantas silvestres que se reproducen fácilmente en campo e invernadero, capaces de crecer en condiciones controladas y que germinan adecuadamente.

Para Pilar Catalán, investigadora y profesora de la Escuela Politécnica Superior de Huesca, estas plantas son muy útiles como plantas modelo. Desde hace más de dos décadas se han venido empleando en la investigación genómica y, en especial, para la transferencia de los hallazgos obtenidos en ellas a los cereales y a plantas forrajeras o bioenergéticas de interés económico.

A diferencia de las plantas anuales, las gramíneas perennes viven dos o más años, pudiendo llegar algunas de ellas a ser relativamente longevas y son de mayor tamaño.

En concreto, con estas gramíneas modelos se llevan a cabo estudios de tolerancia o sensibilidad a estrés (sequía, frío, calor, metales pesados), resistencia a fitófagos, desarrollo y almacenamiento de compuestos de la semilla, enraizamiento, síntesis de compuestos de la pared celular, y tiempos de floración, entre otros.

Con este nuevo proyecto internacional se va a ahondar en el conocimiento del paso de planta anual a perenne, y sus características fisiológicas asociadas. Esta transición, aunque ha aparecido varias veces a lo largo de la evolución de muchos grupos de plantas, todavía supone una incógnita, ya que no se conocen bien los mecanismos que han podido producirla. A diferencia de las plantas anuales, las gramíneas perennes viven dos o más años, pudiendo llegar algunas de ellas a ser relativamente longevas y, en general, son de mayor tamaño.

Desde una perspectiva agronómica para los científicos sería muy interesante conocer las posibilidades de transformación de plantas anuales en perennes, lo que permitiría que los cereales templados anuales (trigos, cebada, centeno) pudiesen desarrollarse durante más años, disminuyendo las tareas de siembra y economizando los costos de su cultivo.

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