Cambios en la conducta y problemas de agresión previos al sacrificio
Al procurar el bienestar animal nos encontramos con diferentes obstáculos, entre los que se encuentra la movilización o agrupamiento de los animales en los corrales de recepción; los animales intentarán delimitar jerarquías, peleando con varios coespecíficos (miembros de su propia especie). Así, por ejemplo, los cerdos son animales con un alto grado de organización social, por lo tanto, al mezclarse, casi todos los que no están familiarizados entre sí muestran interacciones agonísticas, esto es especialmente crítico durante el transporte o cuando los animales son reintegrados a un nuevo grupo, como ocurre en los corrales de descanso de los mataderos.
En un estudio realizado en cinco plantas de sacrificio holandesas, se detectaron diferencias individuales muy marcadas en la agresión entre cerdos. Las peleas en los corrales de recepción disminuyeron en los primeros 10 minutos. El daño en piel fue mayor en la región frontal y en la media, comparadas con la trasera, y estuvo significativamente asociado con el tiempo de espera (p < 0.05), de ahí que se recomiende que los animales sean sacrificados lo más pronto posible tras su llegada al rastro. Las altas densidades en los corrales de espera aumentan en daño tisular debido a que los animales no tienen posibilidad de escape.
Al medir la actividad en corrales de espera en cerdos ayunados por una, 12 y 18 horas antes de ser enviados al sacrificio, Brown y colaboradores observaron que los animales beben y se montan casi inmediatamente después de su ingreso en aquellos y las peleas se desarrollan tras un periodo de exploración con una duración de hasta 60 minutos. El periodo de ayuno no tuvo efecto sobre el daño en la piel o sobre la calificación de rigor en la pata trasera; los machos enteros presentaron mayor incidencia de daño severo en piel que las hembras. Por otro lado, el periodo de privación de alimento no tuvo efecto en los niveles sanguíneos de cortisol, creatinquinasa (CK) o lactato.
En un estudio etológico realizado en el Reino Unido, al comparar ganado adquirido directamente en el mercado con ganado enviado del establo a un rastro comercial, se observó que el ganado procedente del mercado estuvo más sediento y cansado a su llegada a los corrales de espera, puesto que pasó más tiempo bebiendo que el ganado de la granja y se acostó más durante la primera hora; durante las tres horas iniciales, el ganado de mercado bebió más seguido y por más tiempo.
