Pecuario y Pesquero

Bosques de macroalgas, importancia vital para los ecosistemas

Las macroalgas son estudiadas en Baja California con fines científicos y productivos

La ubicación geográfica de la península de Baja California y sus condiciones climáticas favorecen la presencia de una gran diversidad de especies de macroalgas, organismos acuáticos de suma relevancia para los ecosistemas marinos.

Ya sea porque sirven de alimento para otros organismos —incluidos algunos de importancia pesquera y comercial—, por sus diversas funciones en el mantenimiento de la calidad de la columna del agua o por su demanda comercial, las macroalgas son estudiadas en Baja California con fines científicos y productivos.

En su artículo “Aprovechamiento de las macroalgas marinas en México; estado actual y retos futuros”, José Antonio Zertuche González, especialista del Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), relata que desde la década de 1980 se conformaron en el país grupos de investigación enfocados en el desarrollo de estudios para el aprovechamiento de macroalgas marinas.

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de las 122 mil especies de algas que se conocen en el mundo, México registra mil 600 especies marinas y mil 102 dulceacuícolas.

Para la doctora Lydia Betty Ladah, investigadora del Departamento de Oceanografía Biológica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), las macroalgas son una de las especies base del ecosistema marino, especialmente en el ambiente bentónico.

Las macroalgas pueden ser cosechadas directamente en su ambiente natural; sin embargo, especialistas del IIO colaboran en un proyecto piloto para impulsar su cultivo en tierra, bajo condiciones controladas y a escala comercial, lo que permite garantizar la cantidad y calidad de la producción.

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor José Miguel Sandoval Gil, investigador del Cuerpo Académico de Botánica Marina del IIO, explicó que el proyecto se centra en el aprovechamiento de Ulva sp. o lechuga de mar.

La aportación del doctor Sandoval Gil es específicamente la optimización de las condiciones de cultivo de Ulva sp., mediante el desarrollo de estudios fisiológicos, estudios que se han desarrollado durante décadas para la optimización de los cultivos agrícolas terrestres, pero representa un campo inexplorado para el caso de las macroalgas.

Su objetivo es identificar adaptaciones específicas de poblaciones marginales de macroalgas para aprovecharlas en programas de restauración y reforestación que pueden ser útiles tanto para macroalgas como Macrocystis pyrifera, como también para corales, manglares y pastos marinos.

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