Pecuario y Pesquero

Búfalo de agua, opción rentable y ecológica para los humedales


Foto: Especial

En los últimos años se ha debatido mucho sobre si el ganado es uno de los principales causantes de gases de efecto invernadero, en específico el gas metano. Y sin duda estos comentarios tienen fundamentos y están en lo correcto, ya que un animal que es alimentado con granos, debido al proceso de fermentación que ocurre en el rumen, expulsará de un 30 a un 40 por ciento más gas metano que si se alimentara de lo que la naturaleza le dio para comer, que es pasto verde.

Por otro lado, hay que producir granos, los cuales se tienen que cultivar, después secar, almacenar, moler y por último transportarse a veces hasta cientos o miles de kilómetros para alimentar a los animales que están en confinamiento.

Para cultivar granos se tiene que usar maquinaria y en la mayoría de los casos fertilizantes químicos y agroquímicos (herbicidas y plaguicidas), los cuales a su vez tienen que ser transportados hasta los campos agrícolas.

Entonces resulta que además de que los animales están expulsando metano en sus excretas, toda la maquinaria que se usa para producir los granos y transportarlos genera grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2), y por último, con el uso de los químicos los suelos pierden su fertilidad original, causando daños ecológicos. Es decir, el problema se triplica, y eso sin mencionar que para producir granos el hombre cada día tala más bosques y selvas, lo cual nos deja sin menos organismos que capturen CO2.

Si sumamos tan sólo las calorías que se necesitan para producir los granos que alimenten a un animal rumiante resulta que éstas son mayores que las que se necesitan para producir pasto de forma casi natural en una sabana. Y amén de sumar todas las calorías que mencioné en la cadena de secado, transformación, secado del grano y en la distribución. En resumen, cuesta mucho producir granos, y el hombre no puede comer pasto.

Las mayores producciones de pasto se dan por naturaleza en las sabanas, esto lo pueden ver en todos los continentes, además las sabanas no necesitan desmontarse para producir pasto, ya que la naturaleza se encargó de permitir que en esas áreas fueran los pastos los que prosperaran y no la selva o los bosques.

Más aún, la sabana no le gusta a la mayoría de los ganaderos modernos, ya que no saben cómo adecuarse a sus ciclos. En general, son zonas bajas en las que en las épocas de lluvia el río se desborda y penetra en dichos campos, y por ser más baja que la zona selvática se inunda, provocando con ello que los árboles no puedan prosperar y sí los pastos.

Pagína 2

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin