Pecuario y Pesquero

Cabrito, nacer y crecer sano

El cabrito recién nacido requiere sumos cuidados ya que en esta etapa está sujeto a cambios y sucesos naturales, como sufrir trastornos que pueden provocar un marcado retraso en su desarrollo y en muchos casos la muerte.

Además, es susceptible a las bajas temperaturas y a la humedad, porque no es fisiológicamente capaz de controlar su temperatura de manera eficiente y por la escasa protección que le proporciona su piel que es sumamente delgada, su pelo ralo y escaso así como la poca disponibilidad de carbohidratos en su organismo.

La etapa más crítica en la producción de cabrito es la lactancia. De los cuidados que se proporcionen tanto a la cabra como a los cabritos dependerá el éxito de la explotación caprina.

Cuidados después del parto

Una vez que nace, se limpia la cabeza de la cría y se observa si respira bien, de lo contrario se le echa agua fría o se levanta de las patas posteriores para reanimarla. Normalmente, la madre se levanta bruscamente después del parto y se rompe el cordón umbi-lical; cuando esto no sucede, la cabra lo corta con sus dientes. El supervisor puede cortarlo con una navaja. Siempre es recomendable desinfectar el cordón umbilical con una solución de alcohol con yodo al 10 por ciento.

Conviene dejar que la madre lama a la cría para que la seque y estimule su circulación. Para provocar que la madre lo lama, se puede espolvorear una pequeña área del cabrito con sal común. Si la madre no lo quiere lamer, se debe friccionar a la cría con un paño seco y limpio.

Al levantarse, la cría busca los pezones de la madre para tomar el calostro. Cuando los pezones son muy largos, es necesario brindarle ayuda.

Se recomienda marcar a la cría y abrir una tarjeta de registro. Las muescas y los aretes son los más comunes.

La madre y su cría permanecen dentro del pari-dero durante ocho horas por lo menos, con el objeto de que se identifiquen mutuamente. Se suministra a la madre alimento ligeramente laxante, como salvado, y se le da libre acceso al agua potable. Se puede lavar su parte trasera con agua y jabón. Se debe ve-rificar si la cabra expulsa la placenta.

Lactancia

Este periodo comprende desde el parto hasta el destete de los cabritos. En crianzas intensivas se practica el destete brusco temprano, es decir, la separación definitiva de la hembra de sus crías poco tiempo después del parto.

El destete debe de ser lo más tranquilo posible, evitando movimientos bruscos, traslados a larga distancia o aglomeraciones. Después del destete de sus crías, las hembras deben ser trasladadas al lote reproductor, para que pueda iniciar un nuevo ciclo reproductivo.

Cuando se realice un destete normal, la hembra puede iniciar su nuevo periodo reproductivo de inmediato; sin embargo, es necesario tener en cuenta su condición física. Si la cabra no se encuentra en buen estado, habrá que dejar pasar un tiempo para que se recupere antes de que pueda volver a quedar preñada.

Alimentación líquida

Los cabritos pueden ser sometidos a diferentes sistemas de alimentación:

Lactancia natural. Las crías se alimentan directamente de sus madres, de una a tres veces por día, utilizando el resto de leche para otros fines. Bajo condiciones de lactancia natural, los cabritos consumen pequeñas cantidades de leche en intervalos frecuentes.

Lactancia artificial. Los recién nacidos se retiran de sus madres luego de la ingestión del calostro para en seguida alimentarlos con leche por medio de sistemas artificiales. Los consumos cortos y frecuentes incrementan la digestibilidad, mientras que los consumos largos y de grandes cantidades pueden provocar diarreas y ciertos problemas digestivos.

Por ello se recomienda alimentar al cabrito con los siguientes intervalos:

• Dos primeros días: cuatro veces al día.

• Tercero a decimocuarto día: tres veces al día.

• Decimocuarto día en adelante: dos veces al día.

• Durante los primeros días, los cabritos deberán beber de cuatro a ocho onzas de leche cada vez y luego entre ocho a diez onzas cada vez.

Los métodos más utilizados para la alimentación artificial son:

• Biberón, requiere de mayor trabajo, pero los cabritos reciben una atención individual y luego del destete son más fáciles de manejar.

• Balde, reduce la labor de alimentación, pero en un inicio los cabritos pierden peso y necesitan de entrenamiento.

• Lamb Bar, son recipientes grandes con varios chupones que permiten la alimentación de varios cabritos a la vez, lo que reduce la labor de alimentación.

Lactancia con sustitutos de leche. Cuando existe una importante demanda por la leche de cabra, o si por alguna razón no es posible obtenerla (muerte o enfermedad), el uso de sustitutos de leche es una buena alternativa. El problema es que el índice de crecimiento de los cabritos disminuye. Es recomendable utilizar los sustitutos de leche en animales mayores a las dos semanas de vida y combinados en iguales proporciones con la leche de cabra.

Estos deben contener, como mínimo, un 22 por ciento de proteínas, 20 por ciento de materia grasa, 95 por ciento de NDT, minerales y vitaminas.

Alimentación sólida

El desarrollo y función del aparato digestivo es estimulado por los alimentos sólidos, por lo que se debe alentar el consumo temprano de forrajes consistentes, mediante la limitación del consumo de leche.

Los cabritos pueden empezar a consumir forrajes a partir de las dos semanas de edad e insumos concentrados a partir de las cuatro semanas. Los principales insumos que se utilizan para elaborar la ración de inicio, por lo ge-neral, son el maíz, la avena, la soya y la melaza de caña.

Los índices de crecimiento que debe presentar el cabrito en esos momentos son de unos 250 gramos de peso vivo por día.

Destete

Se denomina destete al momento en que la cría es separada definitivamente de su madre o en que deja de consumir leche, pasando a una alimentación sólida; dado que representa la fase crítica del manejo, su efecto debe ser minimizado.

La edad del cabrito, su peso y la cantidad de alimento seco que está consumiendo son los factores más importantes que se deben considerar para elegir el momento adecuado del destete.

En cualquier caso el destete debe efectuarse cuando los animales hayan duplicado, como mínimo, su peso vivo de nacimiento y cuando el consumo de alimentos secos, forrajes y concentrados alcance 45 gramos.

Descornado

La eliminación de las yemas de los cuernos consiste en la destrucción del botón del cuerno, antes que los cuernos empiecen a crecer, en los cabritos recién nacidos. La clave es efectuarla cuando los cabritos todavía son pequeños, ya que no resulta difícil sujetarlos. No todos los cabritos tendrán cuernos al llegar a la edad adulta, hay algunas líneas o fami-lias que son descornadas por naturaleza.

Para hacer la verificación, se recorta el mechón de pelo del sitio donde saldrán los cuernos; si el cabrito necesita ser descornado, se apreciará un pequeño punto calvo (un centímetro o menos); si el pelo se ve uniforme, el animal es descornado por herencia.

Castración

La castración consiste en la eliminación de los testículos, epidídimo y una parte de cada conducto espermático de los machos. Los cabritos machos que vayan a salir al mercado antes de los dos meses de edad, no necesitan ser castrados; todos los demás se deben castrar entre dos y cuatro semanas de vida.

Se debe efectuar lo más pronto posible, ya que se facilita la sujeción, se reduce el estrés y la recuperación es más rápida.

Está demostrado que los machos enteros ganan peso más rápidamente, tienen mejor conversión alimenticia y producen carcasas más magras que los machos castrados.

Sin embargo, la castración o extracción de los testículos es necesaria porque evita la transmisión del olor se-xual a la carne y evita la crianza indiscriminada de sexos.

Los procedimientos más utilizados son la castración por corte y la emasculación; no se recomienda el uso de bandas elásticas por el potencial desa-rrollo de una gangrena.

La castración por corte se realiza cortando el escroto, los testículos y raspando el cordón espermático, utilizando para ello una navaja o un bisturí esterilizado; luego se aplica yodo.

Muchos criadores prefieren usar el emasculotomo para la castración ya que no se producen cortaduras y cuando el método se realiza adecuadamente no hay sangrado en absoluto.

Manejo sanitario

A las tres o cuatro semanas de edad, cuando se reduce la interferencia del calostro, los cabritos deben recibir su primera dosificación y vacunación contra la enterotoxemia y el tétano; 30 días después requerirán un refuerzo.

Asimismo, se debe poner en práctica un programa integral de prevención contra las enfermedades prevalentes en el lugar de crianza, que puede incluir la administración de medicamentos.

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