Un tercer caso de fiebre aftosa se ha confirmado en el sur de Inglaterra, en la misma zona de los dos focos detectados la semana pasada, según informó hoy el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA, por sus siglas en inglés).
Los análisis de sangre practicados en ovejas de una granja del condado de Surrey han corroborado que, como se temía, los animales padecen el mal, informó el DEFRA, al precisar que ese ganado ha sido sacrificado.
Esa explotación ganadera se encuentra dentro de la zona de vigilancia impuesta por las autoridades tras los casos registrados la semana pasada en dos granjas próximas a la localidad de Egham, en el condado de Surrey.
“Se trata de una noticia inquietante”, comentó el portavoz de Asuntos Rurales del Partido Conservador (primero de la oposición), Peter Ainsworth, quien instó al gobierno a “ser competente” en la solución del problema.
El pasado fin de semana se suavizaron las restricciones al movimiento de animales en Inglaterra, establecidas a raíz del nuevo brote de aftosa declarado la pasada semana en Surrey.
La medida sólo se aplicó a los animales que están fuera de la zona de vigilancia decretada en torno a las dos granjas afectadas, toda vez que en Escocia y Gales los ganaderos ya empezaron a llevar a sus animales al matadero el pasado jueves.
El brote de Egham se declaró un mes después de otro que afectó también al condado de Surrey y que obligó a las autoridades a sacrificar ganado y desinfectar varias instalaciones agrícolas.
Según dos investigaciones, el brote de agosto fue consecuencia probablemente de varios factores, entre ellos las inundaciones sufridas por el país y el mal estado de las tuberías del laboratorio animal de Pirbright, situado cerca de las granjas afectadas.
La fiebre aftosa es una enfermedad muy contagiosa entre el ganado, que causa ulceraciones en el morro y las pezuñas.
En 2001 se produjo en el Reino Unido una epizootia de aftosa que obligó a sacrificar entre 6.5 y 10 millones de cabezas de ganado y generó pérdidas de unos 12,500 millones de euros.
Fuente: El Universal
