El incremento en el precio internacional de granos ha generado la quiebra de pequeños productores pecuarios en México, lo que afecta a la industria de alimento para animales, que registra una caída de entre 20 y 30 por ciento en cuanto a volumen comercializado
El aumento de granos ha sido de 60 por ciento de octubre a la fecha y nosotros “con mucha responsabilidad” hemos transferido nada más 40 por ciento al productor pecuario y éste “lamentablemente” no ha podido pasarlo al consumidor final de huevo, carne y leche, afirma el presidente ejecutivo de Malta Cleyton, Antonio Pedroza.
Ante este escenario y considerando que la industria de alimento para animales es nacional y genera un número importante de empleos —50 mil directos y 250 mil indirectos—, el empresario considera que este sector debe recibir subsidios para adquirir granos, modernizar fábricas y transporte, para no trasladar el aumento de costos al consumidor final.
“Los apoyos y subsidios que se daban al productor agrícola ya no son necesarios; dáselos al productor de alimentos para que no incremente sus costos al pecuario y de ahí pase al pueblo.”
En entrevista con 2000 Agro, Antonio Pedroza, también presidente del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal de la Canacintra, que aglutina a 150 socios que comercializan producto o son de autoconsumo, indica que un 10 por ciento de éstos han desaparecido debido a que el siguiente eslabón, el pecuario, también desapareció, en esencia productores medianos y de traspatio.
Los márgenes de utilidad bruta de la industria de alimentos para el sector pecuario han bajado entre cinco y ocho puntos.
Antonio Pedroza recapituló que a partir de octubre de 2006 se dio un incremento nunca visto del costo de los insumos de la industria productora de alimentos, principalmente maíz amarillo, sorgo y soya (pasta) y compite con la industria energética, que es muy poderosa, donde se utilizan granos para producir etanol en Estados Unidos, con subsidios muy altos.
El directivo de dicha compañía anotó que mucha de la materia prima —maíz amarillo, sorgo y soya— que ocupa esta industria es importada, ya que de las 18 millones de toneladas de grano que demanda cada año, 70 por ciento se compran en el exterior.
Además, nuestros insumos están tasados en dólares, tenemos el riesgo de la paridad y eso tiene un impacto, agrega Antonio Pedroza. También hay un incremento de 20 a 30 por ciento en transporte y de costos de proceso (energía) en fábrica. Todo esto ha generado una verdadera crisis que nunca habíamos visto.
En el corto plazo, diagnostica, parece que ya se estabilizaron los precios de granos, aunque hacia arriba; ya no vemos un regreso, hay una etapa de equilibrio temporal, pero está ligada a la industria de los energéticos, entre más aumente el petróleo más atractivo será el maíz para producir etanol.
El directivo de Malta Cleyton considera que el riesgo es que si el país empieza a tener problemas para producir carne huevo y leche y los precios son altos, el gobierno puede abrir las fronteras e importar estos productos, lo cual a su vez dañaría a una industria nacional que ha sido muy eficiente y está muy integrada.
En México, la industria de alimento para animales produce 26 millones de toneladas de alimento al año. Nuestro país ocupa el cuarto lugar del mundo como productor, después de Estados Unidos, China y Brasil.
Fomentar la producción nacional
Antonio Pedroza señala que en nuestro país podría duplicarse la producción de maíz amarillo y sorgo y nuestra industria adquirir más producto nacional si hubiera políticas y apoyos de gobierno para hacerlo.
El riesgo, advierte, es que si no se dan políticas, incentivos, apoyos a la industria directa e indirectamente —al campo para mejorar productividad y sembrar más grano, y a la industria para que siga siendo competitiva frente a la industria estadounidense que tiene muchos subsidios y mejores condiciones financieras y de transporte—, empecemos a importar alimento terminado y todo el grano que se produce quién lo va a comprar.
Hay avances. Hoy, todo el sorgo que produce Tamaulipas está vendido vía agricultura por contrato, es decir, unos dos millones de toneladas, aunque el productor cae en incumplimiento, pero no hay problema porque compramos todo su producto, anota el presidente ejecutivo de la compañía.
Respecto de los cupos de importación de granos que la industria demandó por mucho tiempo, Antonio Pedroza destaca que “afortunadamente” se acaban en enero de 2008, porque todo este tema se ha prestado siempre a “manipulación”, hasta algunas “corruptelas”, una burocracia importante que siempre nos lo da tarde o los detienen hasta que se venda la cosecha de Sinaloa, por asuntos políticos y presiones de los agricultores. “Fue un problema permanente; qué bueno que se van a acabar.”
El empresario expresa que en reuniones con los secretarios de Economía y de Agricultura, Eduardo Sojo y Alberto Cárdenas, respectivamente, hemos hecho hincapié en la importancia de la industria de alimentos pecuarios en los ámbitos internacional y nacional y “les hemos dicho que necesitamos apoyos porque estamos compitiendo con productores americanos que tienen muchas ventajas, tienen el grano y nosotros tenemos que importar una gran cantidad”.
Nuestro planteamiento es proteger esta industria que es nacional y apoya la producción de carne, huevo y leche barata, que es una contención de la inflación. Requerimos que nos den los apoyos suficientes, que se produzca el grano en el país y lograr que haya los mecanismos de comercialización directa entre el productor agrícola y la industria, lo que ya ocurre.
La empresa en números
Malta Cleyton es el líder de la industria de alimentos para el sector pecuario por volumen de alimento y variedad de producto.
Para este año tiene proyectado comercializar 600 mil toneladas de alimento terminado, que representan más de 230 millones de dólares, arriba del año pasado en dinero, pero no en volumen.
Es una compañía que se ha diversificado y atiende el mercado pecuario; de acuicultura; de especialidades, caballos, conejos, gallos de pelea; y de mascotas, perros y gatos.
Tiene dos fábricas en Brasil, cuenta con distribuidores en Centroamérica, Cuba y Sudamérica. En 2008 construirá una fábrica en Guatemala para cubrir el mercado centroamericano y tiene la idea de adquirir una empresa del ramo en Argentina.
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