Pecuario y Pesquero

El riesgo de la apertura

A pesar de que la avicultura mexicana ha mostrado un comportamiento positivo, la apertura total en 2003, de acuerdo con lo pactado en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la pone en riesgo.

Y es que su principal insumo, granos forrajeros, que repercute en 60 por ciento en los costos de producción, se liberará hasta 2008, lo que ocasiona desventajas al sector avícola nacional con respecto de sus socios comerciales.

La dependencia de los productores avícolas de este insumo es preocupante, ya que los agricultores nacionales no producen lo necesario para abastecer la demanda de este sector, y estarán a expensas del mercado estadounidense, líder mundial en producción de granos.

El destiempo en la asignación o liberación de cupos obliga a las empresas a adquirir sorgo en el mercado internacional, lo cual encarece el producto y eleva costos de producción al requerirse más aditivos que si se utilizara maíz amarillo.

La demanda del sector avícola se estima en más de 7 millones de toneladas de granos forrajeros. La oferta nacional de éstos se limita al sorgo, con menos de 4 millones de toneladas de grano.

El problema es que la producción nacional es de maíz blanco, en tanto la industria avícola demanda maíz amarillo. El Centro de Estadística Agropecuaria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) sólo registra producción de maíz amarillo en Sonora con un volumen de 2,326 toneladas, en 1996.

Ante la creciente demanda y limitada oferta nacional de estos granos, la importación de maíz y sorgo de 1995 a 2000 se ha incrementado 13 y 6.8 por ciento, respectivamente.

La importación de maíz pasó de 4 millones de toneladas en 1990 a 5.7 en 2000; en tanto la importación de sorgo pasó de 2.86 a 5.1 millones de toneladas en el mismo periodo.

Ante este escenario, los productores avícolas consideran que el sector agrícola debe reconvertir su producción y producir maíz amarillo.

Consumo de granos

Entre 1990 y 1999 la parvada avícola creció a una tasa promedio anual de 4.9 por ciento, el maíz sólo se incrementó 2.5 y el sorgo 0.1 promedio anual. Las importaciones de maíz, en el mismo periodo, crecieron 4.4 y las de sorgo 5.4.

Las necesidades de consumo de granos forrajeros se han incrementado de una forma similar a la parvada avícola, a una tasa promedio anual de 5 por ciento de 1990 a 2000 y de 4.7 de 1995 a 2000.

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