Pecuario y Pesquero

Granja de tilapia, ejemplo productivo

José Antonio Godínez Mendoza dejó la siembra de maíz para instalar una granja acuícola de tilapia en la comunidad de La Víbora

granja-tilapiaGuadalajara, Jal. (México).— José Antonio Godínez Mendoza dejó la siembra de maíz para instalar una granja acuícola de tilapia en la comunidad de La Víbora, que cuenta con apenas 500 habitantes. Su empresa la instaló en la región de La Ciénega, en el municipio de Zapotlán del Rey.

Anualmente produce 15 toneladas y busca crecer más; se emociona al hablar de los alevines (crías recién nacidas de peces), quienes se desarrollan en los estanques bajo ciertas condiciones de temperatura y agua. Deben alcanzar el proceso completo de engorde hasta llegar a tilapias, y tener medio kilo de peso promedio para su comercialización.

Godínez Mendoza, de la granja Don Chava, es una historia de éxito en Jalisco gracias a los apoyos de los programas de desarrollo rural sustentable de la Secretaría de Desarrollo Social (Seder), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y el esfuerzo personal que inició en el año 2010.

José Antonio no niega que le fue difícil cumplir con la tramitología para tener acceso a los beneficios de las dependencias gubernamentales: desde constituir legalmente su empresa, registrar el nombre ante la Secretaría de Economía, ir al SAT, abrir una cuenta en el banco para recibir los recursos, solicitar permisos ante Semarnat y Sagarpa, hasta realizar el proyecto ejecutivo y meterlo a Cader (Centro de Apoyo al Desarrollo Rural) municipal.

Nada fue sencillo para José Antonio; fueron cuatro meses de trámites pero al final valió la pena, como él lo menciona: “Fue complicado, pero lo más difícil fue iniciar. Lo hice con la asesoría de mi cuñado, quien también es acuicultor de tilapia; fue cuando me decidí a acceder a los recursos de Seder y Sagarpa para mi vivero, porque es un invernadero que tiene condiciones controladas.”

Su primer ensayo produjo tres toneladas de tilapia ya que no sabía cuántas criar ni cuánto iba a recoger. “Entra uno en blanco, inicié con poco para no quebrar desde el inicio y en las últimas cosechas estoy produciendo un promedio de 15 toneladas anuales y tengo capacidad para producir hasta 22.”

La Granja Acuícola Don Chava, propiedad de José Antonio, se convirtió en cinco años en la tercera unidad productiva más importante en Jalisco en la crianza controlada de tilapia, por lo cual participó en el Vigésimo Encuentro de la Red Nacional de Desarrollo Sustentable (Rendrus).

El encuentro impulsa el emprendurismo rural, las alianzas exitosas y la transferencia de tecnología. En los tres días de trabajo se generaron experiencias exitosas donde se consolidaron proyectos, dijo el titular de la Seder, Héctor Padilla Gutiérrez.

“Sembrar tilapia tiene sus pros y contras. Es productivo si se sabe hacer. Si no, se puede tener producción pero no ganancias. Es difícil, porque son organismos vivos. Cualquier falla aumenta el costo de producción y se tienen pérdidas. Uno tiene que convertirse en un biólogo. Se puede vivir de sembrar tilapia, es un autoempleo. Del vivero Don Chava comemos tres familias de la comunidad de forma directa, son trabajos fijos durante todo el año, en tiempos de cosecha o cuaresma es de diez a 20 personas”, comenta Godínez Mendoza.

Un kilo de tilapia tiene un costo de 50 pesos más el servicio de limpieza, ya que el pescado sale listo para cocinarse, además es de alto valor nutrimental.

Fuente: El Informador, imagen

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