Pecuario y Pesquero

La extraña fascinación de los famosos por los cerdos

Tras Max, el fallecido cerdo vietnamita de George Clooney, llega la nueva generación de amantes porcinos

Rodeado de cerditos en la Villa Lante, situada cerca de Viterbo, al norte de Roma, así posa Harry Styles en la nueva campaña publicitaria de sastrería masculina de la colección Crucero 2019 de Gucci. Tras la devoción por el posado con corderitos, un clásico que nunca pasa de moda, los cochinillos son tendencia en la moda.

Styles, que también posa con corderitos en la campaña fotografiada Glen Luchford en jardines manieristas de una villa italiana del siglo XVI, protagoniza varias instantáneas con cerditos en sus brazos.

Sin duda, no ha habido mejor embajador del mundo porcino que George Clooney y su cerdo vietnamita Max. La amistad entre el intérprete y Max duró 18 años —murió en 2006— y el cerdo, con el que se bromeaba sobre si el actor lo quería más que a sus múltiples conquistas, llegó a pesar 180 kg. Aunque Arnold Schwarzenegger se hizo con uno después de comprobar la buena relación de Clooney con Max en el rodaje de Batman & Robin, a donde Clooney solía llevarlo, las consecuencias de la fama de hacer famoso a un cerdo vietnamita no fueron siempre buenas: se dio un abandono masivo de cerdos vietnamitas por parte de humanos caprichosos incapaces de lidiar con la responsabilidad de cuidarlo según crecía. Un hecho que ha supuesto la creación de una nueve especie de cerdo, el cerdolí.

Tras Max, el fallecido cerdo vietnamita de George Clooney, llega la nueva generación de amantes porcinos Gucci hace posar a Harry Styles con una piara de cerditos, Ariana Grande no deja de instagramearse con el suyo y Pete Davidson hasta se lo tatúa.

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