Pecuario y Pesquero

La rana, un anfibio comestible

Festejo entre dos mundos: agua y tierra

Los anfibios (del griego amphi, ambos, y bio, vida) constituyen una parte fundamental del ecosistema global, contribuyendo con la salud de los seres humanos y la sanidad del medio ambiente.

Estos animales que pueden vivir tanto en tierra como sumergidos en agua, son los centinelas de los ecosistemas, pues son los primeros afectados por el deterioro ambiental y sufren los efectos de la contaminación, mucho antes que estos se noten en la salud humana.

Tal vez el más popular de los anfibios es la rana, porque de este anfibio se obtienen, además de carne, otros subproductos como piel, harina, aceite e hígado los cuales tienen cada vez mayor demanda, tanto en México como en el extranjero, representando así una actividad muy rentable.

En México se promueve la ranicultura moderna, que es la producción controlada de ranas de forma intensiva para la obtención de carne y subproductos, desde la década de 1980. En la actualidad existen granjas ranícolas localizadas en los estados de México, Michoacán, Jalisco, Sonora y Yucatán, principalmente.

La carne de rana no contiene colesterol; por su fácil digestión es recomendada para niños y ancianos como suplemento alimenticio y se usa en alimentos especiales para pacientes alérgicos, además de ser una carne de buena aceptación por su sabor, contenido graso con calidad proteínica, agente terapéutico y es eficiente en trastornos intestinales.

En México, el estado de Oaxaca es el más diverso y rico en el género al albergar un total de 140 especies, seguido por Chiapas con 100 y Veracruz con 96.

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