Pecuario y Pesquero

Medusa bola de cañón con gran impacto en la exportación

La pesquería de medusa bola de cañón se realiza principalmente en las costas de Sonora, en donde en 2018 registró sus máximas capturas históricas, con descarga oficial de 62 mil toneladas

Ciudad de México, 2 de junio de 2021.— Esta especie de medusa pertenece a la familia Stomolophidae, pero su nombre común es bola de cañón, cabeza de col o medusa bala, porque hace referencia a la similitud de su umbrela en forma y tamaño. Como el resto de las especies que habitan nuestros mares, estas medusas son depredadores que cazan y se alimentan de peces marinos, especialmente de corvinas, pero también tienen una amenaza bajo el mar: las tortugas laúd, quienes necesitan de las medusas para sobrevivir.

Debido a su gran demanda para consumo humano en el mercado asiático, la medusa bola de cañón o aguamala es capturada en México desde el año 2001. El producto es exportado principalmente a Vietnam y Singapur, a su vez estos países lo revenden sobre todo a China y Japón.

Durante este 2021, para la zona III, que comprende desde Guaymas hasta el territorio yaqui en Bahía Lobos, en la zona sur de la costa del golfo de California, el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) recomendó iniciar la temporada de captura de medusa bola de cañón el 25 de abril, mientras que para la zona I que comprende el Alto Golfo de California (AGC) en el estado de Sonora, se recomendó que la pesca de medusa iniciara a más tardar el 18 de mayo.

La pesquería de medusa bola de cañón genera tres mil 500 empleos directos en captura y desembarque, y siete mil 500 indirectos (procesamiento, transporte local y foráneo, alimento y hospedaje) con una derrama económica directa a los pescadores de 320 millones de pesos, y de 200 millones a trabajadores de las plantas de proceso.

En los últimos tres años la captura de medusa bola de cañón ha promediado capturas de 61 mil 333 toneladas.

Una vez capturada, la medusa fresca se entrega a varios centros de recepción o directamente a la planta procesadora, lo que requiere la contratación de trascabos, plumas hidráulicas, vehículos de carga para su traslado, personal para “despiñonar” (separar la campana del manubrio), labor que en su mayoría es realizada por mujeres, así como técnicos de las plantas procesadoras.

Por lo anterior, hoy en día es una pesquería muy esperada por el sector de pesca ribereño local y por las plantas procesadoras.

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