Pecuario y Pesquero

Prevenir la mastitis

Recomendaciones para prevenir enfermedad del ganado

La mastitis es una enfermedad compleja y aunque no existe ninguna solución simple para su control se puede prevenir y controlar si se cuida la limpieza de las instalaciones y se administran los medicamentos adecuados al ganado. Para simplificar la comprensión de una enfermedad tan compleja como la mastitis, es necesario tener en cuenta cuáles son los factores involucrados en esta enfermedad: el agente causal, hospedador y el medio ambiente.

La mastitis es resultado de una infección bacteriana, por lo que es importante tener ciertos cuidados al momento de la ordeña para prevenir este y otros padecimientos. Los tres patógenos más comunes son: los estreptococos, estafilococos y bacterias coliformes. Por otra parte, los tres factores principales que intervienen en esta enfermedad son: 1) los microorganismos como agente causante, 2) la vaca como hospedador y 3) el medio ambiente, que influye tanto en la vaca como en los microorganismos.

Existen más de 100 microorganismos diferentes que pueden causar mastitis, y estos varían en la ruta de infección y en la naturaleza de la enfermedad que causa, aunque los principales patógenos son los estreptococos, algunos de estos microorganismos están presentes en el medio ambiente y se transmiten de una vaca a otra por la máquina de ordeño. Los estafilococos colonizan lesiones de los pezones y luego se extienden a la glándula mamaria, y los coliformes están presentes en el medio ambiente.

Las vacas pueden contraer mastitis en diferentes edades y en diferentes etapas del ciclo de lactancia. Un punto muy importante que se debe considerar es que las vacas también cambian en su capacidad para superar una infección una vez que esta se ha establecido. Por lo tanto, la vaca tiene un papel activo en el desarrollo de la mastitis; el medio ambiente de la vaca influye tanto en el número y tipo de bacterias a los que está expuesta y su capacidad para resistir a estos microorganismos. Sin embargo, mediante prácticas de manejo adecuadas, el medio ambiente puede ser controlado para reducir esta exposición y la higiene en el ordeño se puede modificar para reducir al mínimo la transmisión de mastitis.

A menudo los problemas del hato son resultado de la falta de aplicación de las prácticas de control de mastitis y de no considerar todos los aspectos del problema de esta enfermedad, por ejemplo: las ubres agrandadas causan malestar y anomalías en la marcha, lo que, a su vez, conduce a trastornos de las patas debido a que todo el peso de los animales recae en las zonas laterales de los cuartos traseros.

Finalmente, es importante recordar que las medidas para el control de la mastitis son un factor básico para el bienestar del ganado y, por lo tanto, la producción.

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