Pecuario y Pesquero

Producción de energía con excretas pecuarias

La generación de energía a partir de excretas pecuarias podría convertirse en una buena opción de ingresos para los productores mexicanos, ya que existen países industrializados dispuestos a pagar por la producción de carbono en el marco de los acuerdos del Protocolo de Kyoto.

México tiene un enorme potencial en el sector pecuario para ayudar a resolver los problemas mundiales causados por los gases de efecto invernadero (GEI), ya que en las granjas se pueden aprovechar los desechos animales para la generación de biogás bajo esquemas que beneficien a los productores.

Para evaluar las oportunidades que tiene el país en la producción de energía limpia hay que considerar que el sector porcino mexicano cuenta con 12 millones de animales, el lechero con cinco millones y el avícola con una parvada de 367 millones, donde los desechos son abundantes.

Una ventaja adicional es que al aprovechar las excretas se pueden reducir los malos olores y la potencial transmisión de enfermedades.

Bajo el esquema de cogeneración se han logrado impulsar 100 proyectos de este tipo en el estado de Sonora y otros 80 en la región del Bajío, incluido Jalisco, señaló el doctor Hernán Mateus, gerente general de AgCert México.

Un sistema para capturar gas metano en una granja de mil vientres puede costar alrededor de 150 mil dólares, estimó el especialista. La capacidad de generación de energía puede alcanzar una producción de 50 a 80 kilovatios por hora de manera constante.

En el mercado internacional un crédito de bonos de carbono puede llegar a los 100 dólares por tonelada equivalente.

La idea es recibir financiamiento internacional, lo cual generaría ingresos adicionales para los productores por la venta de dichos bonos y la producción de energía bajo el esquema de cogeneración, lo que a su vez ocasionaría sinergias en las economías locales.

AgCert México busca entrar en una relación formal de negocios y aplicar recursos financieros propios para desarrollar opciones tecnológicas en instalaciones productivas pecuarias que contribuyan a reducir gases que generan el efecto invernadero.

Hernán Mateus recalcó que este tipo de proyecto con un mecanismo de desarrollo limpio tienen una oportunidad ya que los países industrializados necesitan alcanzar sus compromisos ambientales del Protocolo de Kyoto y están dispuestos a realizar inversiones en países en desarrollo, particularmente con productores, para obtener Certificados de Reducción de Emisiones (CRE).

En general, los pasos para el registro de un proyecto de este tipo se pueden sintetizar en diseño, registro, implementación, monitoreo y reporte, validación, verificación y certificación.

Un elemento importante es la información, tanto previa al proyecto como durante el monitoreo por 10 años, que es la base para la generación de los CRE.

Construcción del digestor

El proyecto inicia con la preparación del terreno y la construcción del biodigestor, donde se requiere la instalación de la geomembrana; la tubería de descarga de excretas, que es fijada al piso del digestor, que una vez que comience a operar será llenado o “sembrado” con las excretas.

La generación de gases efecto invernadero se observa con la presencia de burbujas de gas metano (CH4) luego de 18 horas de haber llenado el digestor. El biogás comienza a colectarse tras 24 horas de cubrirse la celda.

Para Hernán Mateus, uno de los desafíos es crear proyectos de calidad con capacidad de generar una oferta de los CRE y desarrollar economías de escala para la obtención de información, validación y verificación.

El esquema de cogeneración tiene que pasar por diversos procesos y responsabilidades

1) Identificación de proyectos potenciales.

2) Contrato de agregación de carbono.

3) Análisis de “Línea Base” y “Adicionalidad”.

4) Identificación y análisis de tecnologías aplicables.

5) Preparación del documento de diseño del proyecto.

6) Validación del proyecto.

7) Realización de cambios de prácticas de operación.

8) Verificación de nuevas prácticas y reducciones.

9) Certificación de reducción de emisiones GEI.

10) Comercialización de CER.

Protocolo de Kyoto

Es un instrumento creado por las Naciones Unidas para reducir las emisiones de GEI a niveles de 1990, es decir, entre menos 5 y 8 por ciento en el periodo comprendido entre 2008 y 2012.

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