El gobierno medió entre los transportistas lecheros y los trabajadores para que no se tirara leche
Los ministerios uruguayos de Trabajo y Seguridad Social y Agricultura, Ganadería y Pesca desactivaron un conflicto entre los transportistas lecheros agrupados en TRALE, los trabajadores de la industria láctea (Fitil) y Conaprole que amenazaba con desembocar en la pérdida de leche.
El sindicato de los transportistas de la leche había tomado la decisión de enlentecer la descarga en las plantas industriales debido al cierre de la firma Gelemind —socia de TRALE—, de Nuevo Berlín y el consecuente despido de sus trabajadores.
En un comunicado a la opinión pública, los transportistas lecheros afirmaron que la decisión del cierre de la empresa se debió “al fracaso de arduas tratativas y negociaciones con sus funcionarios choferes” que databan de mediados de 2016.
La compañía afirmó que pagaba jornales por montos “cercanos al 70 por ciento por encima del laudo establecido para el sector”, lo cual constituía la “principal causa” de los resultados negativos de la empresa. Sin embargo, Gelemind señaló que pagará la indemnización por despido de acuerdo con la normativa vigente.
“Ante tal situación, es ilegítimo e inoportuno el reclamo del Sindicato de Trabajadores del Transporte Lácteo (STTL) que se encuentra bloqueando el acceso de los camiones de leche con destino a la planta de Conaprole situada en la ciudad de Mercedes, Soriano”, expresó la empresa.
El directorio de TRALE, empresa que administra la recolección de leche de Conaprole en todo el país, también advirtió que en caso que se continuara con el bloqueo, la leche que está en las cisternas de los camiones debería ser tirada por descomposición.
Una exitosa mediación del Ejecutivo que concluyó este domingo logró normalizar la situación y regularizar el suministro de leche. En un comunicado de prensa, el gobierno informó que seguirá monitoreando la situación.
