Pecuario y Pesquero

Sagarpa se encomienda a la Virgen de Guadalupe para que no ingresen plagas al país

Para evitar el ingreso de plagas y mantener el control sanitario en ganado, frutas y vegetales, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) emplea a 428 inspectores… y recurre a la ayuda divina.

En entrevista con Crónica, Enrique Sánchez Cruz, director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), señaló que hay plagas que se esparcen cuando hay huracanes, como la palomilla del nopal (Cactoblastis catorum), nativa de Sudamérica y que llegó al sur del país, pero fue eliminada.

“Después de un temporal tenemos que andar verificando trampas, reparando las que se llevó el viento; la tarea es mucha, siempre hay algún viajero, un vehículo o un ciclón que traiga un contaminante.

“De repente hay peces o animales en regiones donde no había ¿y cómo llegaron?, pues con un viento, y eso sólo persignándonos se puede controlar, por eso traigo siempre a la Virgen de Guadalupe, si no cómo le hacemos”, expresó.

El funcionario destacó que cada vez son más las actividades económicas y el flujo de viajeros con la apertura de nuevos aeropuertos, carreteras y puertos, lo que implica un mayor control y movilización de verificadores.

Para ello el Senasica, que este año tiene un presupuesto de 2,600 millones de pesos, cuenta con 128 inspectores en frontera, 300 agentes en campaña, 14 laboratorios certificados y se coordina con los 32 comités de fomento y producción pecuaria que hay en el país.

Pero no es suficiente, por lo que con la expedición de las nuevas leyes de sanidad vegetal y animal, publicadas en el Diario Oficial de la Federación la semana pasada, se podrá recurrir a terceros, esto es, universidades o laboratorios que deseen acreditarse para coadyuvar en la cobertura.

Sánchez Cruz reconoció que ante la falta de recursos se debe recurrir a las organizaciones ganaderas y agrícolas y a laboratorios privados para mantener control sanitario sobre los millones de aves y cabezas de ganado que hay en el país, aunque matiza: “Esto es un tema de todos; el gobierno regula, facilita y en su caso sanciona, pero la tarea sanitaria es de todos.”

Recalcó que la sanidad es un asunto de seguridad nacional y “abre puertas en el mercado mundial”, de ahí que “necesitamos demostrar cómo está la sanidad de nuestros productos”.

Consideró que México hasta ahora, y a pesar de que “falta mucho por hacer”, mantiene un control adecuado de plagas, es un país libre de fiebre aftosa, libre de la mosca de la fruta, de la mosca del Mediterráneo, mantiene campañas contra la brucelosis, tuberculosis, fiebre porcina, la influenza y tiene un estricto control en la introducción de alimentos.

Las exportaciones de México se han incrementado, dijo, debido a la credibilidad que hay en la garantía de sanidad, y puso como ejemplo el mercado japonés, que es muy exigente en cuestiones de inocuidad, adonde recientemente comenzó el envío de carne.

“La sanidad es como la reputación, la construye uno durante muchos años y la tiene que conservar.”

Señaló que una de las prioridades del Senasica es capacitar a técnicos y productores en las nuevas tecnologías y en bioseguridad.

Señaló que el contrabando es algo que no se logra controlar, aunque cada vez se endurecen más las medidas de control, por ejemplo con el uso de certificados electrónicos, que es infalsificable y contiene datos específicos de productos de importación.

Respecto a los brotes de clembuterol que se han detectado recientemente, Sánchez Cruz hizo un llamado a la población para que sea más exigente en lo que consume y se asegure de que el lugar donde compra sus productos cumpla con las medidas sanitarias.

“El que manda al final de la cadena es el que compra, y el consumidor mexicano no es muy exigente, deberíamos ser consumidores más exigentes. Si en el mercado don Chano le vende carne que le hace mal, demándelo.”

Fuente: La Crónica

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