Los importadores deberán presentar al gobierno federal un certificado oficial expedido por autoridades sanitarias de EU
CIUDAD JUÁREZ, CHIH. (MÉXICO).— Por nuevos trámites burocráticos que exigirá el gobierno federal a partir del viernes 1 de octubre para la importación de leche y sus derivados, el precio de estos productos se elevará en perjuicio de los consumidores.
A partir del primer día de octubre, los importadores de leche y sus derivados deberán presentar al gobierno federal un certificado oficial expedido por autoridades sanitarias de Estados Unidos, de acuerdo a lo publicado en el Diario Oficial de la Federación el lunes 27 de este mes y que entra en vigor el viernes próximo.
Sin embargo, la principal repercusión de esto será un alza en el precio de la leche, ya que los importadores tendrán que esperar tres días más para cruzar el producto y gastar más en refrigeración y ese retraso provocará que aumente el costo del producto lácteo, dijo al respecto Adrián Núñez Alarcón, presidente de la Asociación de Agentes Aduanales de Ciudad Juárez.
Son trámites burocráticos que se tienen que hacer y que obviamente repercutirán en el precio de la leche. Por parte de Estados Unidos el trámite lo tendrán que realizar en Austin, que es donde podrá obtenerse el certificado oficial de una autoridad sanitaria, indicó.
Las nuevas disposiciones influirán en el precio de los productos lácteos importados ya que éstos tendrán que esperar tres días más en refrigeración antes de cruzar a México, que es el periodo de tiempo que se llevará realizar los nuevos trámites, dijo Núñez Alarcón.
“A fin de cuentas redundará en un aumento de precio para la población. Entonces yo a veces no entiendo a las autoridades. En vez de facilitar la importación y la introducción de alimentos, ponen un alto, no se entiende”, expresó.
Comentó que la nueva disposición será aplicada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), dependencia que exigirá a los importadores de leche una certificación firmada por un veterinario autorizado, que en el caso de esta frontera, el más cercano está en Austin, Texas.
Eso provocará que ese alimento tenga que esperar en esta frontera hasta seis días para ser introducido a México, lo que pondrá en jaque a los introductores ya que el producto caduca a los 15 días y solamente se tendrán nueve para comercializarla y consumirla.
También se añade al costo que representará para el importador el pagar trámites adicionales y la refrigeración del alimento, que será cargado al consumidor que al final pagará más caro el producto.
Fuente: Finsat
