Política Agropecuaria

Afganistán: donde el agua significa alimentos

Reconstruir redes hídricas centenarias para una mejor producción alimentaria

La agricultura supone más de un tercio de la economía de Afganistán y emplea a alrededor de tres cuartas partes de su población. Hasta el 85 por ciento de los alimentos del país proviene de la agricultura de regadío.

Los campesinos han confiado durante siglos en el Hari Rud (“Rud” significa “río” en persa) para regar sus tierras. Fluye a lo largo de más de mil kilómetros, atravesando las montañas de roca roja del centro y oeste de Afganistán, y continuando hacia Turkmenistán.

Los márgenes y cuencas hidrográficas de los ríos han sufrido mucho a causa de la explotación incontrolada del agua, el pastoreo excesivo, la deforestación y la degradación gradual del medio ambiente.

Décadas de desorden social han hecho igualmente imposible mantener y reparar de forma adecuada las redes hídricas del país.

Recuperar el Shaflan: uno de los principales y más antiguos canales del Hari Rud

Para abordar esta cuestión, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el gobierno afgano y sus asociados han estado trabajando para restaurar y mejorar 17 canales para el riego, que dan agua a diez mil hectáreas de tierras en el distrito de Pashtun Zarghun, al oeste de Afganistán.

Uno de los canales se llama Shaflan, una de las principales y más antiguas conducciones de agua del Hari Rud. Más de 60 mil personas de 26 aldeas dependen de él para producir sus alimentos.

Como parte de la rehabilitación del canal Shaflan, el proyecto permitió la construcción de una estructura de admisión, con 23 divisores de agua, siete tomas de agua, dos acueductos, tres muros de protección y 13 sistemas de goteo.

Esto permitió a los agricultores ampliar la superficie de sus campos de tres mil 600 a cuatro mil 200 hectáreas, cultivando más trigo, cebada y especias como el azafrán. Las mujeres también pudieron establecer huertos para obtener hortalizas. Ambos logros conllevan una mayor seguridad alimentaria y cohesión social.

Afganistán cuenta con un sistema tradicional de gestión del agua de riego llamado “Mirab”, compuesto por agricultores y los ancianos de las aldeas.

Se capacitó a más de 500 campesinos para mantener y operar los 17 canales, y tomar medidas para evitar daños futuros. Entre ellos se encontraba Habibulah.

En pocas palabras, los campesinos tienen ahora el doble de agua y a un costo más reducido. Más agua significa más alimentos para comer y vender para lograr ingresos adicionales y, en última instancia, una vida mejor.

Este proyecto fue posible gracias al apoyo del Banco Islámico de Desarrollo.

En conjunto, los proyectos hídricos de la FAO han rehabilitado cerca de 800 mil ha de tierras de regadío, beneficiando a más de 800 mil familias de agricultores.

Información e imágenes

Comentarios

comentarios

Siguenos!

Países que nos están viendo


Suscribete al Boletin