Para responder a las salvaguardias que aplicará su socio comercial, el gobierno mexicano puede considerar usar la vía diplomática, entre otras estrategias
México podría responder de dos formas ante la aplicación de medidas de protección comercial que aplicó Canadá contra el acero que importa de todo el mundo: solucionarlo de manera diplomática o aplicar medidas espejo.
“El actual gobierno, antes de aplicar medidas arancelarias en represalia, puede, y es lo que busca, arreglar la cuestión de manera diplomática, con el objetivo de que México sea exento de este castigo, ya que lo aplicará a nivel mundial, con algunas excepciones”, consideró Enrique Zavala, director de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana.
El viernes pasado, el Departamento de Finanzas de Canadá informó que aplicará medidas de salvaguardias a partir del 25 de octubre a sus importaciones de acero provenientes de todo el mundo, de 25 por ciento a siete categorías de este metal. México resultará afectado en dos productos: tuberías de perforación petrolera y alambrón.
Buscar una solución más diplomática que comercial, puede definir parte de lo que pase a futuro en la relación entre México y Canadá, pues también es claro que las disposiciones que han quedado plasmadas en el Acuerdo Comercial Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) son más duras y condicionan parte del libre comercio, consideró Zavala.
Un país implementa salvaguardias a sus importaciones con el objetivo de evitar una inundación de estos productos en su mercado, que puedan afectar su economía, explicó en entrevista, Arnulfo Gómez, especialista en comercio exterior de la Universidad Anáhuac.
En este sentido, si México decide aplicar aranceles en la misma proporción que el daño estimado, “debe ser muy cuidadoso, pues puede darse un balazo en el pie”, consideró el directivo de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).
Rogelio Garza, subsecretario de Industria y Comercio, declaró el viernes pasado que se podrían aplicar medidas por 212 millones de dólares en represalia, pues es el monto que calcula que sería el daño a las exportaciones mexicanas.
Cifras de la Secretaría de Economía detallan que los bienes que más importa México de Canadá son las autopartes y partes de aeronaves.
“Aplicar aranceles en estos bienes no sería conveniente para la economía mexicana, para el productor, ni para el consumidor final”, explicó Zavala.
En caso de que el gobierno canadiense rechace la excepción a México, este podría aplicar medidas arancelarias para productos donde no se vean afectadas las cadenas globales de suministro.
Por ejemplo: las semillas de nabo (el producto agroalimentario más importado de Canadá), las cuales se utilizan para la fabricación de aceites comestibles; trigo, madera, muebles de madera y miel de maple, refirió Zavala.
