Reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos está en agenda de política pública de México
La reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos es un tema que ha tomado gran relevancia en México y forma parte de las agendas de trabajo de diversas dependencias como la Sagarpa, Semarnat, Sedesol, Sedatu, Sectur y el gobierno de la Ciudad de México, afirmó Daniela Ruehl, consultora de la FAO, al participar en el encuentro “Reducción y gestión del flujo de desechos alimentarios y orgánicos en América del Norte”, organizado por la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA).
“México es uno de los principales productores de alimentos en el mundo, por lo que los esfuerzos que se realizan en el país para reducir la problemática tendrán un impacto positivo en el sistema alimentario de la región y el mundo”, expuso Daniela Ruehl.
La especialista de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explicó que actualmente América Latina y el Caribe avanzan en la prevención y reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos, hacia el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 12 sobre consumo responsable.
Durante el panel “Iniciativas regionales y políticas públicas”, Daniela Ruehl explicó que se ha conformado una alianza regional articulada a partir de comités nacionales que trabajan en concordancia con el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que ha marcado el objetivo de reducir a la mitad las pérdidas y desperdicios de alimentos per cápita en 2025.
Según Ruehl, las iniciativas mundiales para reducir la PDA que se están implementado juegan un papel de vital importancia tanto a nivel tecnológico, como para la recopilación de datos, la implementación de buenas prácticas e inversiones para mejorar la eficiencia de los sistemas alimentarios y la gobernanza en el establecimiento de marcos normativos, inversión, incentivos y alianzas estratégicas.
“Vincular las iniciativas regionales con un enfoque en los impactos del medio ambiente, buscando heterogeneidad entre sistemas de producción, puede representar oportunidad para la colaboración y cooperación”, finalizó la consultora de la FAO.
