Política Agropecuaria

Proponen relajar aranceles en TLCAN

La renegociación del TLCAN amenaza con desatar guerra en agro de EEUU


Unos líderes agrícolas de Estados Unidos se oponen a un cambio al TLCAN que permitiría relajar los criterios para imponer aranceles e iniciar demandas por dumping pero otros aplauden la propuesta de Trump.

Una profunda división se está formando entre los agricultores estadounidenses a medida que el equipo comercial del presidente estadounidense, Donald Trump, renegocia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el acuerdo comercial de Estados Unidos con Canadá y México.

Un grupo de agricultores en su mayoría del sureste de Estados Unidos quiere un cambio importante al TLCAN, que dicen que los ha perjudicado. Pero una coalición separada de agricultores y líderes de la industria se opone vehementemente a la revisión del tema de agricultura, diciendo que es malo para los negocios.

El espinoso debate ilustra cómo los ganadores y perdedores del TLCAN se han definido por delgadas líneas, que separan a una granja de otra.

La cuestión clave para algunos agricultores de Estados Unidos es demostrar si los productores mexicanos o canadienses venden jitomates, mora azul, aguacates y otros productos a un precio muy por debajo del precio promedio. Es una práctica conocida como dumping.

Bajo la ley actual, los agricultores tienen que probar que un producto extranjero ha sido vendido a un precio injustamente bajo durante tres años y que ha dañado a la industria en todo el país, no solo a un estado o región en particular.

El gran cambio propuesto en la renegociación del TLCAN significaría que los agricultores solo tendrían que demostrar que los productores extranjeros estaban realizando dumping durante unos meses o una temporada. Además, únicamente tendrían que demostrar que su estado o región local fue afectado, no toda la industria nacional.

El cambio reduciría significativamente los requisitos para que Estados Unidos imponga aranceles sobre los alimentos importados. Eso, en última instancia, haría que algunas frutas y verduras fueran más caras en el supermercado o que se elevaran los precios del menú en los restaurantes.

En su lista de objetivos, el gobierno de Trump indicó su apoyo a los agricultores del sur, que compiten directamente con los productores mexicanos porque cosechan muchos de los mismos cultivos y que crecen durante la misma época del año.

Los partidarios dicen que el cambio ha sido necesario desde hace mucho tiempo debido a que los agricultores mexicanos han inundado el mercado estadounidense con frutas y verduras baratas. Eso es resultado de subsidios del gobierno mexicano, mano de obra barata y aumento de la producción, dicen.

Las importaciones de jitomates mexicanos a Estados Unidos han aumentado en casi el triple desde el año 2000. Mientras tanto, la producción estadounidense ha caído 40 por ciento en el mismo lapso, según el informe de Brown al Congreso, citando datos del gobierno.

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