Política Agropecuaria

¿Quién ganó la guerra del queso entre Europa y México?

Tras la firma del TLC con Europa, ya no nacerán nuevas empresas que se dediquen a la producción de queso y puedan llamarle Manchego, pero esto no es necesariamente malo para México

La firma de la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM) se extendió durante meses, el pie en la puerta fue la disputa por el uso de los nombres de variedades de queso que Europa buscaba proteger para su uso únicamente en los lugares de origen. México, por su parte, alegaba que el valor del conocimiento de los consumidores podría generar pérdidas millonarias para los productores.

La llamada “guerra del queso” cesó el fin de semana del 22 de abril cuando, en el marco de la Feria de Hannover —de la que México fue país invitado—, las autoridades de la Secretaría de Economía acordaron con la Unión Europea la firma del TLCUEM.

El acuerdo representa mejores condiciones de acceso al mercado europeo para una larga lista de productos agropecuarios, como el jugo de naranja, jarabe de agave, miel de abeja, atún y manzanas. Además, bebidas como el tequila y mezcal también tendrán medidas de protección equiparables a las que México tiene para el champán o el cava.

La relación comercial entre México y la Unión Europea vale al menos 23 mil millones de dólares, según indica la Presidencia de la República. Cerrar el acuerdo no solo implicaba la oportunidad de que esta relación fuera más cuantiosa, también representa una posición de mayor fortaleza en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así lo expuso en Alemania Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce).

Como parte de la negociación había 345 nombres que la Unión Europea buscaba proteger en México como Indicaciones Geográficas (IG). De ellos, 57 correspondían a quesos, de los cuales la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) se opuso a que se prohibiera seguir utilizando diez nombres de quesos considerados comunes o genéricos.

El organismo argumenta que el consumidor no los relaciona con un origen específico, sino con un tipo de queso, estos nombres son manchego, feta, gruyere, parmesano, morbier, munster, asiago, gorgonzola, pecorino romano y fontina.

La principal preocupación fue sobre el manchego, que representa entre 13 y 14 por ciento de la producción total de queso del país y 97 por ciento del queso de este tipo que se consume es de origen nacional.

“En el caso del queso manchego, estamos seguros de que hay información de sobra que respalda nuestra postura de que se trata de un nombre genérico, de amplio uso. Es así como el consumidor mexicano se refiere al producto que se fabrica en nuestro país”, dijo en entrevista Miguel Ángel García.

Al final del día México cedió el uso de terminología para los quesos Gouda, Edam, Emmental, Mozzarella, Provolone, Brie y Camembert. Desde ahora, estos solo pueden llamarse así si se trata del Gouda holandés, Edam holandés, Emmental de Savoie, Mozzarella di Bufala Campana, Provolone Valpadana, Brie de Meaux y Camembert de Normandie.

El “botín” de la batalla es que ahora México podrá usar libremente los nombres de manchego, parmesano, gruyere y morbier. Pero hay una cláusula: esto será aplicable solo a las empresas que ya tienen un antecedente de uso de estos nombres. Es decir, no podrán nacer nuevas empresas que quieran elaborar y vender queso y etiquetarlo como manchego. Adicionalmente, el queso producido en el país deberá aclarar en la etiqueta que es de elaboración nacional a partir de leche de vaca.

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