El nuevo proyecto apunta a restaurar los medios de vida agrícolas y fortalecer la capacidad de recuperación de los hogares afectados por conflictos en Alepo
La Federación de Rusia ha donado tres millones de dólares para ayudar a la FAO a proporcionar a los agricultores y pastores afectados por el conflicto en Siria un sustento fundamental y apoyo nutricional. Este es el primer proyecto de emergencia del organismo de Naciones Unidas financiado por Rusia.
La donación permitirá a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) apoyar a 60 mil hogares vulnerables (o 360 mil agricultores y pastores) en el área de Alepo, quienes se vieron gravemente afectados por la crisis, para restablecer su capacidad de producción y mejorar su seguridad alimentaria y nutricional.
El acuerdo de financiación fue firmado en la sede de la FAO en Roma por Daniel Gustafson, director general adjunto de Programas de la FAO, y Victor Vasiliev, embajador, representante permanente de la Federación de Rusia.
El proyecto de dos años se centrará principalmente en reactivar la economía local, reducir la pobreza y mejorar la nutrición para grupos específicos. Esto se logrará ayudando a los hogares más vulnerables a impulsar su producción de hortalizas, frutas y bosques, y a restaurar la infraestructura de riego. También implica brindar acceso a servicios veterinarios para prevenir el brote y la propagación de enfermedades animales contagiosas y para mejorar la salud, la producción y la productividad del ganado.
El aumento de la producción ganadera es uno de los elementos clave del proyecto, ya que el sector ganadero ha sufrido sustancialmente desde 2011 con reducciones en el número de rebaños de más del 30 por ciento del ganado vacuno y más del 40 por ciento de ovejas y cabras, mientras que las aves de corral —la principal y más asequible fuente de proteínas de origen animal— se han reducido en un 60 por ciento.
La FAO ha diseñado este proyecto en Alepo, donde se dispone de 1.2 millones de hectáreas de tierra cultivable para uso productivo. Aleppo se ha visto gravemente afectada por el conflicto, especialmente en el periodo 2015-2016. En 2017, la situación de seguridad mejoró, lo que permitió implementar intervenciones de recuperación y fortalecimiento de la capacidad para ayudar a los retornados a reanudar sus actividades de producción y restaurar sus medios de vida.
Según una evaluación reciente de la ONU, 6.5 millones de sirios sufren actualmente de inseguridad alimentaria aguda, mientras que otros cuatro millones de personas corren el riesgo de la inseguridad alimentaria. La prolongada crisis en Siria ha diezmado el sistema agrícola, que anteriormente había desempeñado un papel vital en la economía nacional siria, contribuyendo con alrededor del 20-25 por ciento del PIB del país. Los niveles de producción se encuentran en un mínimo histórico, afectando no solo a la disponibilidad de alimentos, sino también a los ingresos de casi la mitad de la fuerza laboral de Siria que alguna vez fueron dependientes de la agricultura para el empleo.
La FAO y sus socios han brindado un apoyo crucial en toda Siria desde el inicio del conflicto, protegiendo y restaurando los medios de vida rurales en áreas bajo el control tanto del gobierno como de la oposición.
Solo el año pasado, los programas de la FAO ayudaron a los agricultores a cultivar suficiente trigo para alimentar a otros 1.7 millones de personas durante un año. A través de campañas de vacunación y tratamiento, la FAO también ha ayudado a mantener a más de 11 millones de cabezas del ganado sobreviviente del país fuerte y saludable.
En 2018, la FAO ha continuado apoyando a las familias con inseguridad alimentaria en Siria para aumentar la producción agrícola y ganadera que salva vidas.
