Te enseñamos una receta fácil y económica para prepararla
50 gramos de mantequilla
Media taza de agua caliente
Una taza de azúcar
Una taza de leche en polvo
Preparación
Licua el azúcar con la leche en polvo.
Prepara la mantequilla en punto de pomada.
Une el agua bien caliente con la mantequilla hasta que esté disuelta.
En la licuadora, donde están el azúcar y la leche en polvo, añade el agua con la mantequilla derretida.
Allí veremos el milagro: la leche condensada está lista.
Esta leche se puede usar en seguida o conservarla en un envase de vidrio en el refrigerador