Sector Rural

Cinco razones por las que necesitamos proteger nuestros suelos

Detengamos la erosión del suelo para garantizar la seguridad alimentaria en el futuro

Uno de los ingredientes clave para un futuro #HambreCero es el suelo que hay bajo nuestros pies. Aunque no lo parezca, el suelo está lleno de agua, nutrientes y microorganismos que son esenciales para producir nuestros alimentos. Sin embargo, el suelo es un recurso finito: restaurar incluso unos pocos centímetros puede llevar hasta mil años. Por lo tanto, si queremos garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la nutrición en el futuro, tenemos que cuidar hoy nuestro suelo.

Sin embargo, ¿qué pasaría si les dijéramos que cada cinco segundos se erosiona una superficie de suelo equivalente a un campo de futbol? Sorprendente, ¿verdad? Resulta acertado decir que una de las principales amenazas para el suelo y nuestra seguridad alimentaria es la erosión. Este fenómeno hace referencia a la remoción de la capa superficial del suelo por el agua, el viento o actividades agrícolas insostenibles como la labranza intensiva. Parte de la erosión del suelo es natural y se produce en todas las condiciones climáticas de todos los continentes. Pero gran parte de ella se debe a actividades humanas insostenibles —como el sobrepastoreo, la agricultura intensiva y la deforestación— que pueden aumentar la tasa de erosión del suelo hasta un millar de veces.

La erosión acelerada del suelo puede tener consecuencias desastrosas para todos. Si no actuamos ahora, más del 90 por ciento de los suelos de la Tierra podrían degradarse para 2050.

He aquí cinco formas en que la erosión del suelo amenaza nuestra seguridad alimentaria y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):

1. La erosión del suelo restringe nuestra capacidad para producir alimentos nutritivos
2. La erosión del suelo conduce a la degradación de los ecosistemas
3. La erosión del suelo afecta al suministro de agua
4. La erosión del suelo daña las infraestructuras urbanas
5. La erosión del suelo contribuye a la pobreza y puede conducir a la migración

Más de 68 millones de personas se han visto desplazadas de sus hogares en todo el mundo, muchas de ellas por cuestiones relacionadas con el clima. La erosión del suelo no hace más que agudizar los efectos del cambio climático: con menos suelo, los ecosistemas tienen menos resiliencia para adaptarse a los nuevos patrones de temperatura y precipitaciones. A medida que el agotamiento del suelo agrava los efectos de los fenómenos meteorológicos, los medios de subsistencia de la población se ven cada vez más afectados, y más personas pueden verse obligadas a desplazarse a otro lugar.

Dado que el 95 por ciento de nuestros alimentos proviene del suelo, es imperativo detener su erosión. Nuestra capacidad para alcanzar los ODS y garantizar un futuro #HambreCero depende de ello.

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