El camotero es una figura del paisaje urbano que está en peligro de extinción
Este oficio es herencia y es gusto, el vendedor de camotes paciente pasea su carrito y anuncia su presencia con un inconfundible silbido, mismo que produce su máquina de vapor al ir circulando por las calles de la ciudad.
El carrito esconde en su interior un postre, que contiene muchas vitaminas, un tubérculo del que existen alrededor de 400 variedades, unos más extraños que otros, de diferente color de piel y carne, variando desde color crema, amarillo, anaranjado hasta rosa o morado.
El camote del carrito contiene vitamina A que por porción es parecido al de las verduras de hojas verdes, es tan alto que de hecho, el único alimento que tiene más vitamina A es el hígado de res. Asimismo, el camote aporta el 65 por ciento del valor diario en vitamina C y 29 por ciento de vitamina B6, lo que no está nada mal.
Además, también se cocina dentro del carrito el plátano macho, que al igual que el camote se cuece en el horno/vaporera de leña, que les da una textura y un aroma ahumado maravillosos, ambos alimentos comúnmente se acompañan con leche condensada o mermelada.
Como ya dijimos, el oficio de camotero está desapareciendo, por lo que podemos contribuir a su rescate consumiendo sus productos, que por mucho son más sabrosos y nutritivos que cualquier tipo de comida chatarra.
La producción anual de camote en México es de más de 77 mil toneladas, siendo: Michoacán, Guanajuato y Veracruz los principales productores. Respecto al plátano macho tenemos una producción de más de 320 mil toneladas y es Chiapas el principal productor.
